Cada año se producen 300 millones de toneladas de residuos plásticos a nivel mundial, equivalente al peso de toda la población humana, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Pero, ¿en verdad el problema es el plástico? La realidad es que la gran mayoría de estos componentes son aptos para un proceso de reciclaje de plástico. Por ejemplo, el pet, poliestireno y polipropileno que encontramos en productos de uso común como en botellas de agua y envases de artículos de limpieza, pueden tener una segunda vida.
Sin embargo, no siempre se les da el manejo adecuado. Más de 80 millones de toneladas de residuos plásticos terminan en los océanos cada año, según datos de la ONU y Greenpeace. Entonces, el problema no solo recae en la producción de plástico, sino en la falta de prácticas sustentables y de infraestructura tecnológica para procesar el material una vez que concluye su tiempo de vida.
El rol de los emprendedores en el reciclaje de plástico
Las empresas también juegan un papel importante y pueden contribuir para lograr un verdadero cambio. Tienen la posibilidad de centrar sus esfuerzos en la implementación de buenas prácticas de reciclaje, o incluso innovar y desarrollar tecnología para darle una nuevo uso al plástico. La innovación también puede propiciar el cambio, y hay tres grandes áreas que los emprendedores y empresarios pueden explorar.
- Concientización y cultura del reciclaje.
- Fabricación de productos a base de materiales reciclables.
- Desarrollo de nuevas tecnologías para el aprovechamiento de plásticos.
Cuando hablamos de extender su ciclo de vida, nos referimos a integrarlo al modelo de economía circular. Este toma como base de trabajo la producción y el consumo para garantizar un crecimiento sostenible a través del tiempo. Es decir, orienta todos los procesos y estructuras hacia el máximo aprovechamiento de un recurso material.
Existen dos factores principales para que el plástico pueda integrarse completamente en una economía circular. El primero es la cultura del reciclaje en la sociedad, y el segundo, la implementación de tecnología en los procesos de reciclaje. Ambos son
importantes, incluso el desarrollo individual de cada uno está altamente influenciado por el otro.
En Riisa, recibimos y procesamos toneladas de materiales con los estándares de calidad más altos de la industria. Utilizamos tecnología dentro del proceso de reciclaje para lograr una alta eficiencia de producción. Contamos con una máquina sorteadora que a través de luz infrarroja clasifica los plásticos de acuerdo a su tipo de resina, para después triturarlos y eliminar las impurezas como las etiquetas de papel.
Posteriormente, el material se funde y se divide en esferas pequeñas que se utilizan para fabricar otros productos. Es un ejemplo de cómo la tecnología es crucial para procesar grandes cantidades de plástico en poco tiempo y con altos estándares de calidad.
Una amenaza para el planeta
La importancia de tomar medidas radica en la difícil degradación de este material, ya que representa un peligro para el planeta. Por ejemplo, una botella de plástico tarda aproximadamente 500 años en degradarse. La mayoría de los envases que no se reutilizan terminan en el mar, perjudican los ecosistemas acuáticos y complican la supervivencia de las especies marinas.
Desafortunadamente, no toda la sociedad mexicana la logrado tomar consciencia sobre la gravedad del problema, aunque la generación millennial y centennial cada vez tiene mayor interés en cuidar el planeta. Es cierto que empiezan a surgir más esfuerzos y nuevos emprendimientos con bases ambientales, pero aún queda mucho por hacer. El mercado méxicano aún no ha llegado a su máximo potencial en temas de implementación de materiales reciclables.
La vida sin el plástico es posible, sin embargo tomará mucho tiempo para que sea una realidad. Con este panorama y tomando en cuenta el punto en donde se encuentra actualmente la industria plástica, podemos cuestionarnos si el problema ambiental solo radica en la generación y uso de este material, o si las estructuras que rodean su ciclo de vida son un agente crucial en la contaminación ambiental.
Todavía queda un camino largo por recorrer, pero la investigación e innovación es y será clave para transformar la industria del reciclaje de plástico. Debe estar preparada para alcanzar el nivel de consumo y producción si queremos lograr un ciclo de vida sustentable. ¿Y tu empresa qué está haciendo para preservar el planeta?
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