El maquillaje no es vanidad, es un tema de motivación y empoderamiento

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Durante la segunda guerra mundial el maquillaje, específicamente el labial rojo fue considerado un producto casi de primera necesidad de gran relevancia para levantar el ánimo no sólo de las mujeres sino de la sociedad completa. 

Esta iniciativa promovida por el primer ministro Winston Churchill fue apoyada por la misma Reina Isabel quien durante su coronación en 1952 hizo uso del labial rojo para reafirmar su estrategia.

El maquillaje en general es para las mujeres un accesorio que empodera, que da seguridad, y para los hombres un acto de motivación y admiración de la belleza, sentimientos que en cualquier crisis se busca fomentar.

Esto buscan hacer marcas como la italiana Naj Oleari, quienes al expandirse a regiones como México, buscan fomentar esta seguridad y motivación en la sociedad.  

El maquillaje como un índice económico

En aquel momento, el labial rojo era vendido y producido al igual que productos de primera necesidad como la harina.

Para muchos, este tema y lo que significa el maquillaje puede resultar un acto de vanidad, sin embargo la historia demuestra lo contrario, va más allá siendo un tema psicológico y social debido a sus efectos.

Las ventas de cosméticos han tenido su repunte durante la crisis, siendo de las industrias que mejores resultados han tenido no sólo en la Segunda Guerra Mundial sino después del ataque del 11 de septiembre en Estados Unidos o la recesión económica del 2008. 

¿Sabías que…?

Elizabeth Arden creó un kit de maquillaje inspirado en las mujeres pertenecientes a la marina de Estados Unidos que estuviera a juego con sus uniformes. 

Íconos de la industria como Helena Rubinstein incluso crearon labiales rojos con los nombres “rojo de regimiento” o “rojo combatiente”. 

Esta crisis es diferente

El hecho de que la crisis que ha traído la pandemia tenga como predominante el uso de mascarillas, hace pensar que lo anteriormente mencionado, que el maquillaje y su auge no aplica a la ocasión.

Sin embargo no ha sido el caso, pues ha permitido que marcas como la mexicana Pai Pai o la italiana Naj Olearie reinventen su maquillaje haciéndolo “a prueba de mascarilla”, es decir que no se manchen las mismas perdurando en el rostro.

Por otro lado, esta situación nos permitirá regresar a la normalidad con más ganas de mostrarnos al mundo mejor que nunca, empoderarnos a las mujeres y levantar el ánimo de la gente a nuestro alrededor. 

Hoy en día la apariencia juega un papel muy importante en la vida de cualquier individuo, pero qué hay más allá. 

Finalmente para todos nuestros lectores, les recordamos que los productos de Naj Oleari son dermatológicamente probados y, al igual que Pai Pai son 100% libres de pruebas en animales.