El doctor Reyes Tamez Guerra, ex Rector de la UANL e investigador del Departamento de Microbiología e Inmunología de la Facultad de Ciencias Biológicas (FCB), explicó que los países en donde se aplica la vacuna universal contra la tuberculosis (BCG) tienen 30 veces menos contagiosidad y mortalidad.
Refirió a un estudio comparativo entre 132 países que aplican universalmente la vacuna contra la tuberculosis, contra 21 países que no lo hacen; en estos últimos están Italia, Holanda y Estados Unidos.
“La tasa de contagiosidad de los países que vacunan es de 0.8 por millón de personas y la tasa de mortalidad es de 0.08 por día, a diferencia de los que no vacunan, que es de 34.8 por millón diario”
comparó Tamez Guerra.
La OMS refiere que estos hallazgos no proporcionan evidencia de que la vacuna BCG protege contra el COVID-19.
Sin embargo, hay ensayos clínicos que investigan si esta vacuna también impulsa al sistema inmune a combatir a la pandemia actual, como lo hace contra otras enfermedades infecciosas, entre ellas, la fiebre amarilla.
Estudios indican que la vacuna BCG tiene la capacidad de inducir protección cruzada no específica contra patógenos que podrían no estar relacionados con la tuberculosis.
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Más pruebas…
El doctor argumenta que el margen de error del mismo es muy grande y no permite contar con elementos de juicio objetivos para tomar las mejores decisiones en materia de salud pública.
Para él la mejor estrategia es realizar una mayor cantidad de pruebas para determinar la presencia de anticuerpos específicos, como la Inmunoglobulina M (IgM) y la Inmunoglobulina G (IgG).
“Si una persona tiene el anticuerpo IgG se considera que está en memoria inmunológica, y si se vuelve a infectar su respuesta es mucho más inmediata”
Este razonamiento lo basó en un estudio aleatorio diseñado por la Universidad de Stanford, California, Estados Unidos.