¿Te has frustrado al tratar de implementar o vender una iniciativa, una idea o una intención, que por más genuina y positiva que ésta sea, resulta no tener eco en los que nos rodean? Si es así, felicidades, eres parte del grupo de personas que se ha atrevido a retar al sistema, al status quo, y a continuación, te explicaré cómo puedes abordarlo de mejor manera y no frustrarte -tanto- en el intento.
El sistema
Es la forma en la que una organización o comunidad opera, es el status quo, lo que es “normal”, y no quiero darle una connotación negativa pues, el sistema siempre tratará de encontrar el balance y armonía. Así es como llegamos a entender comentarios de “Así siempre se han hecho las cosas” o “Esto fue lo que hizo grande a la empresa”.
Por ello, podemos entender que, independientemente de lo virtuoso o vicioso de las acciones de cada organización, su forma de operar representa el presente de la organización.
La iniciativa
Esta iniciativa no solamente responde a una buena idea, sino que también a una agenda, que es la intención detrás de la idea. Para que se convierta en realidad, necesita ser asimilada por el sistema y preservar o generar un nuevo balance y armonía.
Por eso hay que tener cuidado con conceptos como disrupción, ya que sugieren dejar obsoleto al status quo y por consecuencia, el futuro del sistema operativo actual y los agentes que operan ese sistema.
Cuando la iniciativa es una imposición y no es asimilada, los agentes de la organización reaccionarán al verse afectados o no estar incluidos tomando el rol de anticuerpos ante una iniciativa equivalente a un organismo externo.
¿Te suena familiar? Los anticuerpos son vecinos protestando, mala voluntad de stakeholders o mal clima laboral, estos son agentes del sistema ejerciendo presión para regresar a la normalidad, al status quo, al balance, a la armonía.
Con este contexto podremos tener más herramientas para responder la siguiente pregunta, ¿Cómo nuestra iniciativa puede ser asimilada de mejor manera en nuestra organización?
El abordaje del sistema
Llegó el momento de abordar al sistema para facilitar la asimilación de nuestra iniciativa y para ello, te comparto una herramienta sencilla y a la vez muy poderosa.
Primero, cruza dibuja dos ejes: Eje X (Interés) y Eje Y (Impacto), cada uno con polos positivos y negativos, lo que dará como resultado 4 cuadrantes.
Trazados los ejes es recomendable enunciar en la parte superior de la gráfica lo que queremos lograr -la iniciativa a ser asimilada- y posteriormente hacernos la pregunta, ¿Qué agentes necesito para que esto suceda?
Lee también acerca de: Startups que están cambiando nuestro modo de viajar
Los cuadrantes
Alto impacto y Alto interés: Son tus mejores aliados, dentro de esa lista de agentes, es necesario ver con cuáles tenemos mejor relación y/o acceso, ya sean estos una organización o personas. Estos agentes están alineados con la agenda de nuestra iniciativa, y puede generar presión en el sistema para que se lleve a cabo.
Bajo impacto y Alto interés: Ellos muestran interés por nuestra iniciativa, una vez identificados la pregunta es: ¿Cómo podemos darles las herramientas — o unirlos- para empoderarlos, crear masa crítica y generar alto impacto?
Alto impacto y Bajo interés: Estas personas o entidades pueden aportar mucho valor a nuestro proyecto. Nuestra tarea — de decidir incluirlas- es: ¿Qué elementos interesantes pueden encontrar en el proyecto o iniciativa para llevarlos al cuadrante de alto interés y alto impacto?
Bajo interés Bajo impacto: ¿Vale la pena explicar este cuadrante?
Es momento de actuar… ¡En papel!
Una vez que se detectan los agentes dentro de cada cuadrante, podremos hacer una lista por cada uno de actividades que podemos hacer para acceder a ellos, o generar interés o empoderarlos.
Dependiendo de la dificultad de estas tareas se definirá si el alcance de la iniciativa cambia o si en efecto podemos llevarlo a cabo, así la frustración no sucederá en el campo de batalla, sino que nos anticiparemos a ella.
Ya con nuestra iniciativa, un mapa de agentes del sistema y conscientes de nuestra capacidad ¡Es momento de poner manos en acción!
Por: Arturo Ortega, fundador de TCUX Innovation