Por: Hussam Elbahra
Al igual que muchos de ustedes, he estado viviendo en carne propia lo que significa el estar socialmente distanciado de los amigos, de los colegas del trabajo, hasta inclusive de muchos familiares con los que uno suele convivir periódicamente durante la semana o el fin de semana.
Han pasado algunas semanas desde que esta emergencia global detonó en México, pero no obstante que no llevamos ni la semana, hay muchísimos temas de los cuales pudiéramos reflexionar.
Estos temas son muchos, pero entre ellos, podríamos destacar como el primero, el poder cada uno hacer una introspección para ver si vivimos la vida que realmente queremos vivir, si estamos donde queremos estar. Son preguntas que no solemos hacernos, pero este es un gran momento para ello.
Aparte, cabe agregar que al estar de alguna forma “forzados” a estar en casa debemos de revalorar muchísimo las cosas que damos por hecho, una de ellas es nuestra libertad y la otra es nuestra salud y la de nuestras familias.
Cada día, cada semana, y cada mes, previo a esta situación, estábamos acostumbrados a convivir los unos con los otros, veíamos a nuestros clientes, proveedores, amigos, hacíamos algunos deportes, salíamos a cenar, en fin, ejemplos de socializar sobraban, pero hoy los tenemos temporalmente limitados y hemos perdido por temas de responsabilidad social, la libertad para vernos como antes.
Por otro lado, el otro gran tesoro, la salud. Si no gozamos de buena salud no hay calidad de vida, no hay futuro y no podemos, por mas recursos que tengamos, el poder navegar en esta vida con paz, con tranquilidad, y con serenidad, sino tenemos ese gran tesoro, la salud.
Hay mucha gente que solo ante una emergencia como esta empieza a cuidarse, a lavarse las manos, a respetar la sana distancia de cuando estas enfermo/a, a taparse la boca, etc.
No solamente debemos de cuidarnos cuando hay una emergencia sanitaria como ésta, siempre debemos de estar al pendiente de nuestros cuerpos y también de nuestro espíritu. En el caso de quienes tenemos hijos, también debemos procurar el cuidarlos hoy, mañana y siempre, no solamente ante una situación de emergencia, el tenerlos es una gran responsabilidad.
Se habla mucho de nuestro sistema inmune, de que estemos con buenas defensas, comiendo de manera saludable, pero como bien lo comentó el Dr. Albano Flores en un video, sino estamos tranquilos y nos estresamos de más, no hay alimentos mágicos que puedan regular nuestra mente y la posible creación de cortisol en nuestros cuerpos que sin duda alguna debilitan nuestro sistema inmune mas allá de los alimentos que ingerimos.
No solo debemos de poner atención en lo que comemos, sino también en la “comida” para nuestra mente, las noticias que vemos, los programas en los cuales nos entretenemos, y la manera en como aprovechamos nuestro tiempo ahora que estamos en “home office”. Si no logramos tener buenos alimentos en ambos aspectos, nuestro sistema inmune no tendrá la misma fuerza y estaremos mas propensos a ser sujetos a este desastroso virus que nos ha frenado a nivel mundial.
A pesar de poder seguir conectados socialmente a través de nuestras redes, aprovechémoslas para hablar con aquellos viejos amigos, con nuestros padres, con amigos que radican en otra parte, entre otras personas que son importantes para nosotros. No siempre tenemos este activo llamado “tiempo” para poderlo administrar con un poco mas de libertad aunque tengamos restricciones de tránsito y de distanciamiento.
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A nivel laboral, vivimos también un momento impactante, un momento en el cual habrá muchísimo sufrimiento para aquellos que viven al día, para quienes no tienen un “guardadito” para las épocas de vacas flacas, y para quienes no saben el correctamente administrar sus finanzas.
El impacto económico no respeta clases sociales ni razas, nos pega a todos de una forma u otra y también en el caso de los empresarios, les pega muy fuerte porque no toda su plantilla laboral podrá trabajar, hay muchos negocios que congregan multitudes de gente (restaurantes, gimnasios, cines, etc) que tendrán que cerrar de forma temporal y quizás unos menos afortunados de forma definitiva.
Es momento de apoyar, de estrechar la mano de quienes nos apoyan a crecer como empresa, y también como empleados nos toca apoyar a quienes nos dirigen, a ser diligentes y responsables en el “home office” para que ello se traduzca en productividad y eficiencia más allá de que no estemos en un centro de trabajo.
El aislamiento social podrá sacar o lo mejor o lo peor de cada persona, hay que intentar que salga nuestra mejor cara ante esta adversidad. Seamos conscientes y responsables en nuestras compras de comida, de medicinas y de artículos de primera necesidad, ya que recuerda que si abusas habrá personas que no podrán contar con esos artículos por gente abusiva o gandalla que quizás ni siquiera los necesite.
El reflejo de nuestro comportamiento como sociedad podrá ser nuestro mayor éxito o nuestro peor fracaso. Por eso, tejamos las redes de cuidado y prudencia entre nosotros para salir de esto lo mejor y más rápido posible.
Finalmente los invito a que reflexionemos en nuestro interior para estar en paz y para aprovechar esta pausa forzada en nuestras vidas para darles mas significado.
Busquemos la salud mental y física de nuestro ser y de quienes nos rodean para el día de mañana disfrutar de nuevo este regalo que tenemos que es la vida en pleno uso de nuestro otro regalo que es la libertad.