Marcas que pensamos son responsables la realidad es que son semi-responsables ya que sacrifican su impacto por crecimiento.
No bastaba con llevar una vida de consumo responsable, en la cual cambiaron su auto para moverse en bicicleta, verificar la procedencia de lo que consumían, buscar alimentos orgánicos, incluso el impacto de su ropa.
Ximena Mora, esposa de Omar Landa, decidió iniciar haciendo jabones y champú naturales.
Por medio de libros, cursos y talleres comenzó sus primeras creaciones con un buen resultado, tanto que Omar, familiares y amigos comenzaron a probar los productos y consumirlos.
Este matrimonio decide hacer de esto un negocio por lo cual inician investigaciones que les hizo ver el gran impacto que ellos tendrían dado que la industria hace marketing verde, cuando realmente los envases plásticos y sus ingredientes no son nada sustentables.
¿Por qué no hay ganancias?
Una comunicóloga y un químico sin conocimientos de administración fue la fórmula perfecta para el caos financiero de Rayito de Luna.
“Sabíamos que teníamos un buen producto, teníamos ventas y nos iba bien pero no sabíamos por qué no estábamos generando dinero a pesar de las ventas. Nos tomó mucho trabajo y nos costó dinero nuestra falta de preparación en el tema”
Omar Landa, co-fundador de Rayito de Luna
La jóven pareja inició el negocio con sus ahorros y al constituir la empresa se integraron algunos socios que ayudaron en el tema económico, que permitió hacer un lanzamiento completo y tener productos de stock.
Desafortunadamente se enfrentaron a que “ las instituciones financieras o los fondos que existen piden por lo menos cuatro años de estar constituido y estar funcionando entonces es muy difícil acceder a ellos”.
Gracias al crowdfunding de inversión, es decir que cedieron una parte de la empresa a quienes decidieron invertir en la empresa, lograron su objetivo. Clientes y conocidos hicieron posible levantar una primera ronda de inversión de manera satisfactoria.
Rayito de luna para hombre y para mujer
En 2015 se constituyó formalmente la empresa Rayito de Luna.
Su proyecto de negocio consiste en la fabricación de champús, jabones, cremas, ceras, bálsamos, tónicos para el rostro, pomadas para cabello, entre otros.
Al inicio la marca dividió los productos en sus líneas de Mr Man y Ms. Lady, pues creían necesario hacer el diferenciador y poder posicionar los productos en barberías y en salones.
“Actualmente lo que buscamos es un crecimiento diferente, creamos un modelo que es replicable de la planta de producción y distribución que tenemos aquí en Ciudad de México; queremos abrirlas plantas en diferentes estados de la República” comenta Omar.
Su intención es ayudar a desarrollar comunidades locales de productores, establecer centros de distribución y de proceso de envase. Esto sin dejar de lado su compromiso con el impacto social y ambiental, disminuyendo los trayectos.
Hoy por hoy están unificando los productos Mr Man y Ms. Lady, pues con el uso de los productos se han dado cuenta que son unisex y esa estrategia les permitirá posicionarse aún mejor.