Tener presencia en redes sociales también exige hacer caso a quienes a través de ellas piden que cumplamos con un servicio que damos y que decimos que lo hacemos adecuadamente, así es que así como pueden traer beneficios, también tienen consecuencias negativas a las que debemos hacer frente, especialmente cuando hay un cliente insatisfecho.
En el entorno cibernético podemos encontrarnos diferentes tipos de clientes con quejas diversas, pero si las agrupáramos podemos tener grupos grandes para los cuales hay que estar preparado siempre:
El cliente que se queja por primera vez en redes sociales
Ante él hay que reaccionar de inmediato. Pues todavía puedes rescatar una buena imagen de tu marca, así es que debes contestarle lo más pronto posible pues no sabes qué tipo de usuario puede llegar a ser. Nunca lo menosprecies.
El cliente que siempre está insatisfecho y que se queja continuamente
Es el típico cliente que ya conoces de tantas quejas que realiza; reclama que lo escuchen y tu compañía tiene la “suerte” de tenerlo. Ofrécele una solución a su problema, aunque lo más seguro es que no esté conforme, pero asegúrate de contestarle siempre.
El que se queja con fotos y videos
Como sabe utilizar las herramientas de la tecnología no tiene miedo en demostrarlo, subirá fotos o grabará videos de todo lo que le produzca insatisfacción. Encontrará hasta el más mínimo detalle para reclamar. Ante él, responde rápido, si puedes responder por el mismo medio, aún mejor.
El influenciador
Este cliente cree que sus noticias deben ser exhibidas siempre. No parará hasta que alguien le ayude a difundir su malestar. Se asegurará de copiar a todos sus contactos en Twitter, Facebook o cualquier otra; y hacerte quedar mal en todas las redes sociales. A él hay que tratarlo como al que se queja continuamente, atenderlo rápido.
El que siempre te halaga
Si el cliente –fan- que siempre te saluda y da “like” a todo, se queja, hay que prestar atención a lo que haya pasado e intentar darle una solución cuanto antes. Reacciona y responde rápido porque también puedes rescatar el prestigio de tu marca y hacer que siga hablando bien de ti.
Cualquiera que pida tu atención debe tenerla y si en tu mano está solucionar rápido el problema no tengas duda que redundará en beneficios e imagen de marca que nunca hay que menospreciar.