El poderoso papel que el diseño juega en la imagen de una marca se ilustra en la historia de la editorial antes llamada Penguin y ahora llamada Penguin Random House, bien conocida en los círculos editoriales, y mencionada en un artículo de la revista New York Times hace algunos años.
Un famoso clérigo anglicano llamado Terry Waite estaba de rehén en Beirut y pidió un poco de material de lectura para que el tiempo de rehén no fuera en vano. Su carcelero hablaba muy poco inglés, pero Waite se las arregló para indicar que le gustaría leer un libro, dibujó un pingüino con un óvalo alrededor de él, diciéndole a su captor: “Encuentra un libro con este símbolo y será un buen libro.”
Ese tipo de reputación y reconocimiento está disponible para todas las empresas que estén dispuestas a apostar por el diseño. Todo lo que se necesita es una estrategia específica para la construcción de marca (branding).
En la mente del público, el diseño esta entretejido con la personalidad de una marca y representa valores, atributos, diferenciación, por mencionar algunas. La potencia de un buen diseño se extiende mucho más allá de estética , ya que éste se vuelve estratégico y construye marca.
En las empresas donde es valorado el diseño para la construcción de marca, el diseño se convierte en una herramienta estratégica que funciona y que, sobre todo, da retorno de inversión.
Todos los componentes físicos de una empresa, incluyendo los productos, material punto de venta, papelería, empaques, sitio Web y arquitectura, por mencionar algunos, se combinan para formar una impresión real de lo que es la empresa.
Todos los puntos de contacto que un consumidor puede tener acceso es un forma eficaz de comunicar la promesa de una marca. En el branding, también hay elementos intangibles que construyen la imagen de una marca.
El placer de leer una novela de la editorial Penguin, el olor del café Starbucks en un viernes por la mañana, los recuerdos de los buenos tiempos de beber Coca-Cola o el comer una dona llena de glazé; son los “momentos intangibles” que también cuentan y cierran el círculo virtuoso de una marca.
En los restaurantes es lo mismo y para muestra basta un botón de ejemplos en la ciudad de Monterrey como: Mr. Brown, Botanero Moritas, La Nacional, por citar algunos, donde la experiencia del branding es crucial.
// Ejemplo de esto es uno de los muchos restaurantes que han pasado bajo la mano y buen ojo de Anagrama, agencia de branding, arquitectura y software en Monterrey. Uno de sus especiales fue el restaurante ORSON, ubicado en Metropolitan Center, representa cómo la comida “soporta” este branding, porque lo que ofrezcan debe ser algo delicioso, novedoso y flexible. Desde el diseño de la página web o redes sociales, hasta los manteles o las bolsas de comida para llevar. Conoce el trabajo completo aquí.
Para eso, también, entra el estudio de un excelente catering o chef que, junto con el cliente y el despacho de branding, deberán hacer la magia de las ventas y consumo. Los directores de grandes empresas exitosas comparten una máxima:
“El diseño es parte fundamental para la creación, promoción y mantenimiento de marcas memorables de clase mundial; ¿no hay diseño? Estás perdiendo tú tiempo”.
Artículo por Alejandra Sánchez Gálvez