La liga más rentable del mundo tendrá un nuevo integrante para el 2020: los Raiders de Las Vegas (aunque aún no sabemos si mantendrán el nombre). Parece una combinación perfecta: los “malosos” en la “ciudad del pecado”.
Sin embargo, queda la duda de por qué el equipo abandonó una ciudad que lo ha acogido desde 1960 (con excepción del período entre 1982 y 1994, cuando jugaron en Los Ángeles) y donde ha logrado crear una de las fanaticadas más fieles del país. Los motivos se reducen a temas económicos.
Desde hace tiempo, el equipo negro y plata ha requerido un nuevo hogar. El Coliseo de Oakland, estadio de los Raiders (y de los Atléticos de MLB) tiene más de 50 años y se ha vuelto un lugar poco atractivo para disfrutar del espectáculo deportivo. Especialmente si tomamos en cuenta la ola de nuevos estadios que ha inundado el país americano en los últimos años.
Muestra de ello es que el equipo ha permanecido en los lugares más bajos de afluencia de aficionados, llenando el estadio al 85% de su capacidad, en promedio. El equipo sigue siendo rentable, generando casi $50 millones de dólares en Utilidad Operativa en 2015 y $301 millones en Ingresos, de acuerdo a Forbes.
Esto lo sitúa en el último lugar de la liga. Sin embargo, el valor de la franquicia está en el lugar 20. Parece que el dueño, Mark Davis, ve una oportunidad de introducir una marca que ya tiene valor a un mercado que vive del espectáculo.
Lo que probablemente terminó por inclinar la balanza fue el paquete de incentivos gubernamentales en la construcción de un nuevo estadio. Mientras que en Oakland le ofrecieron algo de tierra y apoyos en la aceleración del proceso de obtención de permiso, el gobierno de Las Vegas ofreció $750 millones en financiamiento público y $200 millones adicionales en costos de mantenimiento durante los próximos años.
Como he mencionado en este foro anteriormente, es muy cuestionable si esto realmente genera beneficios sociales para los contribuyentes. El nuevo estadio tendrá un costo total de $1,900 millones de dólares y contará con pasto natural y techo retráctil traslúcido.
Aunque la decisión de mudarse es entendible en el corto plazo, el tiempo dirá si realmente es de beneficio para la franquicia y para la población de Las Vegas.