En economías definidas por la digitalización, las empresas ya no solo compiten con otras entidades locales: lo hacen con negocios de diferentes países.
En ese entorno, una de las mejores maneras de crecer al ritmo de un mercado exigente es mirar hacia destinos comerciales en el extranjero: exportar.
Al ser un país con gran vocación y una posición comercial privilegiada, México es la novena mayor economía de exportación en el mundo, según el Índice de Complejidad Económica (ECI).
A su vez, gracias a sus 12 acuerdos comerciales, da la facilidad de que sus empresas hagan negocios con al menos 46 países. Esto se traduce en una larga lista de beneficios para productores y empresarios.
Exportar es una medida para incrementar ventas y ganancias, pero también para lograr objetivos más estratégicos.
Diversificar mercados y clientes representa una manera de reducir riesgos de negocio y costos al expandirse, sin mencionar que añade experiencia, así como motivación para innovar en procesos, capacidad de producción e incorporar prácticas necesarias para competir.
Entrar a mercados extranjeros implica estudiar el destino comercial y trazar una ruta estratégica. Estas cuatro preguntas pueden ser tu punto de partida:
¿Qué es lo que voy a exportar?
Quizás una pregunta sencilla de responder si tu empresa se ubica en una industria particular o tienes un producto conocido ya por su alta demanda en el extranjero, como el aguacate.
Sin embargo, también es relevante evaluar de qué manera puedes diversificar tus productos.
Estudia qué tipo de productos pueden colocarse mejor, así como las necesidades, gustos o preferencias de los mercados a los que quieres llegar. Adicionalmente, pondera las fortalezas y debilidades que tenga el producto, incluyendo regulaciones y requisitos que debes cumplir.
¿Adónde quiero llegar y cómo hacerlo?
Uno de los elementos primordiales es la demanda específica de ciertos productos o industrias. Considera la presencia de otras marcas o empresas, predicciones, así como comentarios de especialistas sobre la economía o las relaciones comerciales en la región.
Una vez definido eso, traza todo el proceso de logística y transporte, además de los servicios que necesitas adquirir, los costos relacionados y cómo cubrirlos.
¿Qué necesito agregar en mi plan de exportación?
El plan que tu negocio necesita debe alinearse con tus futuros clientes y tus mismas expectativas de exportación, tomando en consideración tu operación, tus capacidades y tu producto, además de otros factores financieros.
Además de llevar a cabo un análisis de riesgos, la planeación necesita ajustarse con el ciclo completo de exportación: desde la producción y el envío, hasta el pago que se realiza una vez terminado el plazo de crédito de tus compradores.
Recuerda que las facturas tienden a ser de 50 mil dólares en promedio, con periodos de crédito de hasta 75 días.
La flexibilidad y la liquidez serán tus grandes aliados.
¿Qué regulaciones y requisitos tengo que cumplir?
Las regulaciones y procedimientos varían dependiendo de los destinos comerciales, así como otros términos que se contemplan en los mismos tratados de comercio entre países.
Como un empresa constituida, para comenzar a exportar los requisitos que debes cumplir son básicos: estar registrado en Hacienda en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC) y, solo en caso de que aplique para tu producto, registrarte en el Padrón de Exportadores Sectorial.
Una vez que elijas la aduana de salida de tu mercancía, necesitarás el apoyo de un agente aduanal, quien te ayudará a realizar tus operaciones y a definir la fracción arancelaria de tu producto.
En cuanto a los contratos, las transacciones internacionales se basan en términos estandarizados y aceptados por la mayoría de los países.
Conocidos como Incoterms, fueron recientemente actualizados y aplican a cualquier tipo de transporte que usarás para tu mercancía: marítimo, terrestre, aéreo, marítimo, ferroviario y multimodal.
Vender en el extranjero abre un abanico de posibilidades a las empresas mexicanas, sentando las bases para un negocio escalable y competitivo.
Conforme más esfuerzos como el Tratado de Libre Comercio con Estados y Canadá (T-MEC) continúen consolidándose, los líderes de empresas tienen la tarea de seguir invirtiendo en crear productos de mayor valor agregado y mejorar procesos industriales y operaciones para competir en mercados internacionales.
Para poner en marcha todo lo anterior y maximizar las oportunidades al hacer tratos con compradores del globo, en Drip Capital hemos observado que el financiamiento es un eje vital de crecimiento, pues te ayuda a estar más preparado, soportar el crecimiento de tu negocio y tener el capital de trabajo necesario.