PLAZAS COMERCIALES: ¿SOBREOFERTA?

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No es difícil darse cuenta que hay un boom de plazas comerciales en nuestra ciudad. Tampoco es difícil encontrarse en algunos casos con reacciones negativas cuando éstas surgen. Sueles toparte con cuestionamientos como: ¿paraqué necesitamos tantas plazas?, ¿ya pensaron en la vialidad?, ¿por qué se autorizan tantas construcciones comerciales?, etcétera.

Podrá parecer que hay un crecimiento desmedido de desarrollos comerciales, sin embargo, la necesidad existe. De acuerdo al INEGI, para 2015 Nuevo León contaba ya con más de 5 millones de habitantes, con casi el 80% de ellos viviendo en Monterrey y su zona metropolitana. En esta misma zona, contamos con más de 70 plazas comerciales tanto operando, como en construcción. Haciendo números simples, se podría decir que la proporción sería de unas 70 mil personas por plaza comercial.

Si bien es cierto que el objetivo de construir establecimientos comerciales es que sus inversionistas obtengan rendimientos, sin embargo en el trasfondo aparte de ser un ente económico y comercial, funge como un lugar para el intercambio social y humano. En tiempos de nuestros padres estos lugares eran las plazas, como tales, llenas de bancas y jardines donde la interacción de las personas se llevaba a cabo semana tras semana. Hoy en día se sigue viviendo la misma experiencia donde adultos, adolescentes y personas de todas las edades acuden a estos lugares a buscar esparcimiento, distracción o simplemente comprar algo. Más que verlo como una necesidad económica debemos de verlo como una sociológica.

Volviendo a la pregunta de si en realidad son muchas plazas, ¿te has preguntado dónde trabajarán nuestros hijos? En realidad creo que un poco de sobreoferta en la ciudad ayuda a que los precios en las rentas no sean tan elevados para un negocio común y corriente. Lo que ayudan estos pequeños locales en las plazas es a fomentar la creación de nuevos negocios, a motivar a los emprendedores a dejar su mundo de confort en un empleo fijo y a salir a innovar con pequeños negocios que en un futuro pueden llegar a ser empresas importantes.

Con la relevancia que está tomando hoy en día el tema de la movilidad de las personas, también estas plazas ayudan a evitar que la gente tenga que recorrer grandes distancias para obtener un bien que sólo se conseguía en las pocas plazas disponibles, provocando más tráfico y congestionamiento en nuestras ya tan transitadas arterias.

Analiza las ventajas que tienen estas plazas; el constructor busca que un proyecto ofrezca soluciones a quienes transitan o viven por ahí. Antes de desarrollar un complejo comercial, se llevan a cabo estudios que determinan la accesibilidad y la potencial afluencia, para posteriormente determinar los usos que debería tener el complejo.

Estos detalles son los que se ven al momento de evaluar la construcción de una nueva plaza. El punto es que no se va a construir por construir, sino que se va a hacer porque es necesario, porque el desarrollo de la ciudad va orientado a ofrecer soluciones y no permitir que solamente un lado gane. Esto es importante para reflexionar, entender y saber el porqué del crecimiento de la oferta comercial. La dinámica de la ciudad lleva esta tendencia y no tiene miras de desaparecer, por lo que tú decides cuándo pasas de ser el usuario a ser el inversionista que forme parte del desarrollo. ¡Anímate a invertir!

POR GERARDO GALVÁN