¿PERCEPCIÓN O REALIDAD?
La percepción que tenemos de las cosas y del entorno se forma a partir de nuestro conocimiento y experiencias previas. En particular, la percepción sobre la situación económica se ve influenciada por diversos factores que en ocasiones llevan a las personas a tener una visión que difiere de la realidad.
Por ejemplo, una condición de pobreza consiste no solamente en la carencia de bienes y servicios básicos, sino también de la percepción que tienen las personas sobre sus propias necesidades y las condiciones de la sociedad en la que viven.
Esto sucede, de igual forma, a la hora de analizar la situación económica de los países.
Existen algunas encuestas que muestran el sentir de las personas en cuanto a la situación económica que enfrentan.
El Pew Research Center llevó a cabo un estudio en 32 países y encontró que en la mayoría de ellos la percepción de la población sobre la situación económica es negativa.
A pesar de que la OECD estima un crecimiento superior en el 2017 (3.5%) que en el año previo (3.0%), los ciudadanos no necesariamente se sienten mejor.
Los datos apuntan a que no existe una relación uno a uno entre la percepción de la situación económica y el crecimiento económico observado en sus países.

Para el caso de México, la encuesta del Pew Research Center muestra que el porcentaje de personas con una percepción positiva de la economía pasó del 40% en el 2016 al 28% en el 2017, mientras que, según el INEGI, el crecimiento del PIB en el 2016 fue del 2.6% y en el primer trimestre del 2017 del 2.8%.
Esto implica que la apreciación en México está influenciada por un conjunto de variables, adicionales al crecimiento económico, que de forma directa o indirecta, impactan las percepciones y opiniones de la gente.
Una de estas variables, muy relevante para el caso mexicano dadas las próximas elecciones presidenciales del 2018, es la afinidad política al partido en el poder.
Cuando la orientación política del gobierno actual coincide con la de las personas, éstas tienden a ser más optimistas en cuanto a la situación económica.
Los datos de la encuesta señalan, por ejemplo, que en Venezuela, de la población que se identifica con la izquierda, el 49% piensa que la situación económica del país es buena, mientras que únicamente el 10% de aquellos con una afinidad política opuesta tienen una percepción en el mismo sentido (positiva).
Los datos muestran que la opinión de las personas depende de la percepción que tienen de las cosas, más que de los hechos mismos.
Esto se vuelve relevante al existir la posibilidad de que las opiniones se conviertan en realidades, como en el caso de la teoría de “expectativas autorrealizables”, donde sin importar los fundamentos, en ocasiones lo que se espera que suceda, se convierte en realidad.
En la sociedad, impactar la percepción de las personas muchas veces puede ser más importante que los datos duros.
Fuente: datos tomados de Pew Research Center survey