Es cierto que la vida puede ser comprendida mirando hacia atrás, el pasado es nuestro mejor maestro para ver lo sucedido, sacar conclusiones y comprendernos, pero, cuando se trata de avanzar, vivir en el pasado puede convertirse en nuestro peor enemigo haciendo que la intención de ir hacia adelante se vuelva una tarea casi imposible.
Siento que no he hecho nada…. El tiempo pasa y sigo donde mismo…. ¿Por qué los demás si pueden y yo no? …. ¿Para qué me esfuerzo?…
Si tu mente se encuentra bombardeada con estos pensamientos más de lo que te gustaría, estás en el lugar indicado.
Andrés Oppenheimer, quien recientemente se ha convertido en uno de mis periodistas y autores favoritos debido a su talento para encontrar respuestas, en su libro “Basta de Historias – La obsesión de Latinoamérica con el pasado” hace un diagnóstico exquisito de las tres limitantes que provocan la falta de crecimiento de los mexicanos, en donde la obsesión con el pasado es alarmante.
Dormidos en nuestros laureles
Aún recuerdo que mis maestros en la primaria se enorgullecían al hablar de la riqueza en recursos naturales con las que contaba el país. En el pasado eso podría haber funcionado, pero malas noticias, el pasado ya no existe.
Hoy, los países que producen las mejores oportunidades laborales, así como las mejores condiciones para vivir, son los que están culturizando a su gente y trabajando en pro de la economía del conocimiento.
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En este momento, los chinos, los indios y muchos otros países están avanzando su competitividad a pasos agigantados, ¿Cómo lo hacen? viven mirando alrededor suyo, para ver qué se está haciendo en el resto del mundo y mejorar en lo que están fallando, en México, lo usual es “vivir mirándonos el ombligo” y poner el pie a quienes están progresando.
Para reflexionar ¿Será que precisemos ser más humildes para ver realmente quienes somos y lo que estamos haciendo? Trabajar nuestra ceguera periférica, podría librarnos del aislamiento cultural en el que vivimos.
Seguimos viviendo en una ilusión
¿Sabías que los mexicanos calificamos como excelente la calidad de la educación que recibimos en función de lo “bien” que nos tratan los maestros?
En una de las encuestas que realizaron para averiguar en qué nos basamos para evaluar nuestra educación, resultó que maestros, alumnos y padres de familia, consideran una educación de calidad el recibir un “buen trato” y tener instalaciones “bonitas”.
Mientras que, al otro lado del mundo, nuestros vecinos asiáticos, exigen docentes preparados y cientos de horas extras de estudio.
Para reflexionar ¿Es posible dejar de buscar figuras paternalistas en nuestra formación educativa? Trabajar nuestro desarrollo personal, podría ayudarnos a exigir mejores oportunidades.
Tres psicólogos por cada ingeniero
Los mexicanos estamos pagando la educación de tres terapuetas para “curarle el coco” a un ingeniero.
Y lo que es curioso, países relativamente jóvenes como el nuestro, tienen porcentajes mucho más altos de jóvenes estudiando historia y filosofía que países como China que tienen a filósofos como Confucio que han revolucionado el pensamiento universal.
Adicional a esto, la cultura mexicana está en pañales con respecto a otros países, en cuanto a la salud mental y emocional.
¿Incongruencia? Mucho para reflexionar ¿Verdad?
Vuélvete más curioso
Entonces ¿Cómo comenzar a mirar hacia adelante? Necesitamos sentir que nos estamos quedando atrás para poder despegar, el estimular la curiosidad intelectual por la ciencia, ingeniería e informática, nos ayudará a tener mejores trabajos, volvernos más competitivos y mejorar nuestra calidad de vida.
Tips para tener más participación en la economía del conocimiento:
- Elige actividades que te enseñen a pensar y ser creativo
- Robustece tu formación académica con estudios en marketing, diseño, transporte, distribución e ingeniería, actividades que crean valor agregado en productos y servicios.
- Rechaza las verdades absolutas, las ideas están sujetas al cambio.
- Intenta resolver conflictos desde el ahora, recuerda: el pasado ya no existe.
- Sigue a líderes del conocimiento y la riqueza, tales como: Bill Gates, Elon Musk, Carlos Slim, entre otros, quienes constantemente están compartiendo textos de adelantos científicos y tecnológicos que están haciendo en otros países y averigua cómo implementarlo aquí.