Aunque lleves años con tu empresa, debes considerar realizarlo, hacerlo te ayudará a alinear tu propósito personal con el de tu empresa, facilitando la toma de decisiones, y además de que disfrutarás más el proceso dándote resultados exponenciales.
Mike Michalowicz en su libro Toilet Paper Entrepreneur, nos sugiere hacer un plan de prosperidad. Este plan se divide en 5 partes:
- Definir tu misión de vida
- Trazar el rumbo
- Identificar tu área de innovación
- Plasmar las reglas
- Escoger tu comunidad
El elemento clave y más importante para iniciar tu plan de prosperidad es tener tu propósito de vida, no la misión de la empresa sino la tuya. Hay que encontrar qué es lo que te mueve, cuál es tu pasión, y después encontrar la manera en que esto te pueda traer un negocio redituable.
Algunas preguntas y acciones básicas que te puedes plantear para conocer tu misión son:
- ¿Qué es lo que si quieres en tu vida?
- ¿Qué es lo que te hace más feliz?
- Haz una lista de cosas que te apasiona hacer (escribir, enseñar, platicar, correr, contribuir y ayudar a gente, etc.)
- ¿Qué es lo que más valoras y lo más importante para ti en este momento?
Respondiendo algunas de estas preguntas te podrán llevar a tu misión, o a lo que diría Simon Sinek, el porqué (WHY).
Simon Sinek, conocido motivador y escritor, tuvo una época donde tocó fondo, y sin saber que le faltaba, estudió a personas que admiraba como Steve Jobs, Richard Branson, entre otros, y descubrió un patrón del éxito en todos ellos.
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Se dio cuenta que sin importar lo que hacían, lo que importaba era que ellos sabían el porqué hacían lo que hacían.
Se dio cuenta que se sentía exitoso cuando inspiraba a los que estaban a su alrededor. Descubrió su propósito, y ahora Simon Sinek es un referente para los emprendedores que buscan encontrar el suyo (su WHY).
Teniendo esto muy claro, harás que tu cliente ideal sea atraído a tu negocio porque comparte los mismos valores que tú y compran tu WHY.
La empresa es un reflejo de ti, el servir tu propósito te asegura el éxito en tu empresa, y como dice Simon Sinek, “Tienes que vivir para servir tu WHY”.
“The 2 most important days in our lives are when you are born, and when you discover why”
Mark Twain
Ya que tengas tu misión de vida, hay que establecer un rumbo y destino. Tiene que ser objetivos retadores pero 100% realistas.
Muchos emprendedores se ponen objetivos muy altos y se estresan porque creen que su empresa no está creciendo al nivel que deberían. En lugar de esto, deben enfocarse en dar realmente valor a todos los que están involucrados en el negocio (trabajadores, clientes, socios, inversionistas, proveedores, etc.), y especialmente empezando por sí mismos.
Así que está bien si creces lento y poner objetivos realistas siempre y cuando estés enfocado y seguro que estás creando valor con tu negocio.
En el libro Dear Entrepreneur, Rodrigo Laddaga pone como ejemplo el caso de Starbucks que tardó 20 años en tener 100 tiendas, y después de esto crecieron exponencialmente a miles en poco tiempo.
Menciona que lo importante es entender que el camino por sí mismo es lo importante y no solo el llegar a tu destino. Cómo decía el autor Wayne Dyer “The purpose of dancing is not to finish the dance; it’s enjoying the dance”.
Es lo mismo con tu negocio, hay que tener el rumbo y el destino a donde nos dirigirnos pero asegurarnos que todo el proceso lo disfrutemos porque estamos cumpliendo nuestra misión de vida al crear valor.
El siguiente paso dentro del Plan de prosperidad, es encontrar el área de innovación en el cual debes enfocarte.
Hay que escoger sólo una entre; calidad, precio o conveniencia. La que encaje mejor y que estás seguro te va diferenciar de la competencia.
Aunque sabemos que puedes tener algo de las tres, es de suma importancia enfocarte en una, hasta las empresas grandes como Wal-Mart (precio), Oxxo (conveniencia) y Apple (calidad), tienen un área de enfoque que los caracteriza.
Ya teniendo muy clara tu misión, el rumbo y el área de innovación, tienes que poner las reglas a seguir.
Mike propone crear las leyes inmutables, que serán como la columna vertebral de tu empresa. Deben ser tus auténticos valores personales. Es lo que todo el equipo tendrá que repasar antes de trabajar cada día hasta que se los sepan de memoria, así tomar decisiones de qué hacer y lo que no en base a estas reglas.
Para finalizar el ejercicio, tienes que definir la comunidad a la que servirás con tu empresa.
Les vas a ofrecer algo que será 100% consistente con tu misión de vida y que te llevará al rumbo que quieres siendo congruente con tus valores.
¿Quién mejor que personas como tu y que buscan lo mismo para que sean los consumidores y productores de lo que vendes?
No tener un plan de vida es como empezar a manejar un carro sin rumbo. Cómo si tomas un barco y dejas que las olas te lleven a donde ellas quieran o navegar en círculos durante toda tu vida.
Dedícale un buen tiempo a esto, y aunque la intención de tu plan de prosperidad nunca va cambiar, si podrá sufrir algunas adecuaciones. Dentro de la página de Mike puedes ver un ejemplo que te ayudará a guiar en este proceso.