Los retos y oportunidades de las pymes para financiarse

En un entorno global en el que prevalecen vaivenes financieros producidos por factores que van desde inestabilidad política y económica, hasta pandemias, las empresas encuentran diversos retos para mantener su ritmo de crecimiento .

En un entorno global en el que prevalecen vaivenes financieros producidos por factores que van desde inestabilidad política y económica, hasta pandemias, las empresas encuentran diversos retos para mantener su ritmo de crecimiento .

Es necesario tener en la mira las dos principales razones por las que un negocio necesita financiamiento:

  • Por un lado, los gastos de capital (Capex), que son inversiones de largo plazo en un activo que va a agregar valor de alguna forma: terrenos, plantas, maquinaria, investigación en nuevos productos, etcétera.
  • Por otro lado, los gastos operativos (Opex), los gastos del día a día que se requieren para que la empresa funcione: nómina, renta, materia prima, energía, etcétera.

Flujo y capital de trabajo

Uno de los principales elementos que definen cuánto y cómo sobrevivirá una empresa es su disponibilidad de capital de trabajo, pues determina cuánto espacio tiene para crecer, qué mercados abarcará y su nivel de producción.

Sin embargo persisten barreras de acceso al financiamiento, especialmente con los bancos tradicionales que exigen colaterales o bienes en garantía, así como el bajo nivel de conocimiento sobre nuevas alternativas tecnológicas.

Por ejemplo, en nuestro país, solo un tercio de las PyMEs accede a préstamos bancarios.

Aprendamos a invertir

A pesar de este entorno poco favorable, es importante que las empresas vean el financiamiento como una práctica cotidiana y responsable.  

Si cada peso invertido te da mayor retorno que el costo del capital (levantar ese dinero), es necesario volver a invertirlo: si te cuesta 10% pedir financiamiento y ese dinero rinde 20%, lo ideal es repetir la fórmula.

Aunque los créditos también representan beneficios fiscales —el gasto de financiamiento se descuenta de los ingresos y ayuda a ahorrar impuestos—, hay que tener en cuenta que las deudas empresariales solo deducen el 30% de los intereses.

La tecnología y el financiamiento

La tecnología ha sido el frente ideal para brindar una solución. El financiamiento ya no es solo terreno de los grandes bancos.

Las empresas pequeñas  que representaban “un alto riesgo” o “poco rentables” para las grandes instituciones hoy cuentan con soluciones más eficientes para inyectar capital a sus negocios.

Entre ellas está el factoraje que, lejos de funcionar como un crédito, constituye una transacción comercial. 

Empresas de tecnología financiera como Drip Capital han reformulado esos esquemas de financiamiento tradicionales, automatizando y eficientando los procesos de aplicación y análisis de riesgos.

El sector fintech en México y el mundo se ha enfocado en atender las necesidades de empresas, especialmente las PyMes, cuya historia con el crédito ha sido compleja y limitada hasta ahora. 

La oportunidad de diversificar y tener estrategias más inteligentes alrededor de su deuda y flujo de efectivo tiene otro gran beneficio para las empresas mexicanas: un sector mejor preparado para los retos económico globales con mayores probabilidades de permanecer y crecer en el mercado.

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