Los negocios: una cosa de hombres, y mujeres

La perspectiva de género te permitirá ver cosas que antes no percibías. La buena noticia es que después de hacerlo no habrá vuelta atrás, conforme la vas usando se va agudizando, al mismo tiempo que desarrollas el hábito de reflexionar, cuestionar, aprender y desaprender.

Para contribuir a fortalecer a otros y otras, les compartiré algunos consejos para conocer qué pueden hacer o cómo empezar:

  1. Cuestiona todo lo que te parezca obvio o que creas que “siempre ha sido así”. Reflexionar es básico para la innovación. Es interesante ver que mientras mucho se ha replanteado a partir de la tecnología, entre los negocios prevalecen posturas muy conservadoras. Te estás perdiendo mucho si eres un(a) emprendedor(a) o empresario(a) que mientras innova piensa que hay cosas que no deberían cambiar sólo “porque no” o por motivaciones morales enraizadas en creencias arcaicas.
  2. No creas la frase “los negocios no tienen género; negocios son negocios”. Al incorporar la perspectiva de género te darás cuenta que no significa borrar diferencias entre hombres y mujeres; significa que éstas se identifican, se entienden, se aceptan y se celebran. Cuando lo hacemos vemos que las mujeres sí consideran otras perspectivas para la toma de decisiones, que otras cosas las preocupan y movilizan, que los negocios como se entendían antes han cambiado conforme ellas se han incorporado.No todos los negocios significan lo mismo para hombres y mujeres, especialmente para algunas en situación de vulnerabilidad, éstos pueden ser una vía para generar ingresos y abandonar relaciones violentas por motivos de dependencia económica o patrimonial.
  3. Explora cómo puedes ser agente activa(o) para crear otro tipo de negocios y una sociedad más igualitaria. Por más nuevas que sean, dentro de las empresas se mantienen prejuicios. Por ejemplo: una vez fui a visitar el negocio de un gran amigo, quien siempre me alentaba profesionalmente, además de que admiraba mucho a mi mamá, pues él estudió al igual que ella Ingeniería Civil. Abrió una empresa constructora y al darme un tour por el lugar me dijo que no contrataría mujeres porque causaban problemas; podían ocasionar chismes y se la pasaban pidiendo permisos para atender asuntos de sus hijos(as). Él podría estar perdiendo una gran empleada sólo por prejuicios y por no promover políticas de igualdad, donde no sólo se otorguen permisos a las mujeres también a sus trabajadores hombres. Si no te preguntas cómo ser factor de cambio, estás siendo perpetuador (a) de desigualdades.
  4. Aléjate del androcentrismo. El mundo fue diseñado a la talla de los hombres pensando en ellos como únicos agentes públicos; aunque hace tiempo que eso cambió, sigue diseñándose para ellos. A las mujeres se les continúa viendo como actoras emocionales, pero ahora actúan en muchos más espacios y roles -no sólo el de madres-. Sin embargo, muchos de sus intereses y prioridades siguen desatendidos, la perspectiva de género te permitirá verlos e innovar atendiéndolos.
  5. Evita buscar argumentos en redes sociales. Si tienes una empresa o emprendimiento estoy casi segura que te has documentado, has tomado cursos, leído libros o artículos sobre negocios de fuentes fidedignas, etcétera. Para género y feminismo(s) es igual, debes documentarte, no sólo leer opiniones de Facebook.

Algunos textos que puedes leer son:

  • “Feminismo para principiantes”, Nuria Varela.
  • “Feminist Fight Club”, Jessica Bennet.
  • “La creación del patriarcado”, Gerda Lerner.
  • “Los frutos rojos: mujeres líderes”, Elena Olascoaga.

Suscríbete a nuestro newsletter

* indicates required
Share the Post:

Related Posts