Si alguna vez han tenido la oportunidad de revisar un documento de una Oferta Pública Inicial (OPI) de una empresa que saldrá a bolsa, podrán encontrar un sinnúmero de información que lógicamente incluye la descripción de la empresa, su historia, el desempeño que ha tenido en los últimos años, etc., etc., etc.
Sin embargo, existe una sección de riesgos que puede llegar a ser muy larga y que en algunas ocasiones incluye disputas legales que podrían generar un impacto positivo o negativo en la compañía.
Las disputas legales pueden abarcar diversos ámbitos dentro de la operación de una empresa sin embargo, las repercusiones de los fallos no aparecen incorporados dentro de los estados financieros de las empresas.
No obstante, la administración, con el apoyo de su departamento legal, puede determinar si que existen activos o pasivos contingentes que tienen la probabilidad de impactar el flujo de una empresa y que podrían derivar en pagos de multas y reparaciones de daños, entre otras penalizaciones.
Lo anterior puede encontrarse “escondido” dentro de las Ofertas Públicas o incluso dentro de los estados anuales que reportan las compañías. Sin embargo, a pesar de que las empresas están obligadas a publicar eventos relevantes que podrían perjudicarlas, el efecto de dichas noticias puede ser momentáneo e irse olvidando con el paso del tiempo, especialmente considerando la duración de un juicio y sin que esto desaparezca el pasivo contingente.
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Por otro lado, los juicios hacia las empresas tienen el potencial de quebrar una empresa, en especial si el tamaño de su delito o perjuicio es superior a lo que su capacidad de generar flujo puede sostener.
Un ejemplo de lo anterior fue la empresa japonesa Takata, la cual produjo bolsas de aire para automóviles defectuosas y cuyas multas obligaron a la empresa a declararse en bancarrota en el 2017 y todavía teniendo la obligación de reparar los daños ocasionados y enterrada en multas en EUA.
Por lo anterior, es de suma importancia el revisar los procesos legales en los que se encuentran las empresas antes de realizar una inversión, ya que podrían representar riesgos potenciales que no se encuentran reflejados dentro de sus estados financieros (especialmente en métricas de apalancamiento y liquidez) y que podrían afectar negativamente la valuación y el desempeño de su acción.
Por: Fernando Enrique Bolaños Sapién, analista bursátil de Grupo Financiero Monex