No, esta columna no hablará sobre la importancia de los primeros años de formación de un ser humano. Dejaremos esos temas triviales para otros y nos concentraremos en algo mucho más relevante: los playoffs de la NFL.
Tras más de 4 meses de acción y 16 partidos disputados por equipo (de ahí el título de esta columna) en la fase regular, los mejores 12 de la liga han accedido a la postemporada, manteniendo con vida la posibilidad de disputar el Súper Tazón número 50 y levantar el trofeo Vince Lombardi. Los cuatro campeones divisionales de cada conferencia obtuvieron el pase automático, además de los siguientes dos equipos de cada conferencia con la mejor marca (los llamados “comodines”). En el papel, hay ventajas que deben beneficiar a aquellos que tuvieron un mejor desempeño en la temporada regular.
Éstas se resumen en lo siguiente:
– Los dos campeones divisionales de cada liga descansan la primera semana y tienen el pase automático a los juegos divisionales, donde reciben a los ganadores de los juegos de comodín (estos equipos tienen el ranking de 1 y 2).
– Los otros dos campeones divisionales (ranking 3 y 4) juegan en casa el partido de comodín. Es decir, el 3 recibe al 6 y el 4 al 5.
El equipo #1 tiene derecho a jugar todos los partidos previos al Súper Tazón en casa. De perder, el #2 obtiene ese derecho, y así sucesivamente. Siempre recibe el equipo con mayor ranking. En conclusión, hay recompensa para aquellos que tuvieron un mejor desempeño en la temporada regular. Sin embargo, ¿realmente se traduce esto en resultados favorables en la postemporada? Revisemos datos históricos para confirmar o rechazar la hipótesis. En el análisis consideramos los playoffs desde la temporada 2002-2003, que fue cuando la liga cambio el esquema de competencia actual.
Los resultados arrojan algunos datos esperados pero también algunos sorpresivos. Los dos primeros equipos de cada conferencia usualmente acceden al juego de campeonato. Es decir, tras descansar la primera semana, logran ganar el partido en la ronda divisional. De hecho, en las últimas cuatro temporadas, exactamente 3 de los 4 equipos #1 y 2 de cada conferencia han ganado el partido divisional. Por otro lado, el juego de comodín entre los equipos 3 y 6 son prácticamente un volado, mientras que en el 4 vs. 5 sí hay una ventaja clara para el 4. De hecho, el equipo 5 es el que históricamente ha logrado peores resultados, mientras que el 4 usualmente llega más lejos que el 3.
Lo que podemos asegurar con certeza es que en el deporte no hay certeza. Por eso se juegan los partidos. Lo que sí hay son tendencias, y está claro que estar en la élite de la conferencia ayuda (de hecho, en los últimos dos Súper Tazones se han enfrentado los dos mejores de cada conferencia). Veremos si esto se mantiene o tenemos nuevas sorpresas. En unas semanas lo sabremos…