La disciplina y formalidad

Una característica que nos distingue a los mexicanos, que no es muy honrosa, es la falta de disciplina y formalidad, en este país se tienen que confirmar hasta las reservaciones de los hoteles de lo contrario, no te las respetan. Algunas veces unos canadienses estaban furiosos porque previeron la reservación y llegaron el día que programaron, sin embargo sus cuartos habían sido ocupados y la respuesta que obtuvieron era que no habían confirmado sus reservaciones. 

Nuestra ciudad ha ido transitando a otras modalidades de hacer negocios, de ser una ciudad zapatera y curtidura nos hemos paulatinamente convertido en una ciudad de servicios, donde es importante ser multilingüe y tener mentalidad de excelencia en todo lo que se haga; sin embargo todo empieza con el proceso educativo desde casa ya que las virtudes se forman desde el hogar. Una virtud no es más que un hábito operativo bueno desde el punto de vista de la voluntad. 

Podemos decir que hay dos maneras de adquirir disciplina y formalidad para todas las actividades de la vida, esto es por las malas ya sea que nos corran de los trabajos porque no tenemos las virtudes requeridas o por las buenas, irlas cultivando y perfeccionando a lo largo de nuestra vida. 

Pero dirán ustedes ¿a poco eso es educación? pues sí ya que una de las definiciones de educación dice que es el proceso de perfeccionamiento de las facultades específicamente humanas y este perfeccionamiento se da a lo largo de nuestra vida, tanto en la educación formal como en la no formal.

También nos cuestionaremos su importancia en una ciudad como la nuestra que está en proceso de apertura al mundo como producto de la globalización, en la que los negociantes vendrán de todo el mundo. Como caso concreto los japoneses que están instalando las plantas armadoras de carros y que provienen de otra cultura, con otras costumbres, otros rituales pero que por su importancia económica esperan un trato si no igual recíproco, ellos no van a admitir las típicas excusas mexicanas: “qué tanto son dos minutos”, “ya venía pero mi esposa se enojó”, lo que ellos esperan es formalidad.

Ahora los leoneses tenemos que ser disciplinados y formales para los negocios, sin pasárnosla maldiciendo a Slim, a Harp Helu y demás millonarios mexicanos porque amasaron grandes fortunas y nosotros nos la pasamos trabajando sin llevar su ritmo de vida. No sabemos ni cuales fueron los sacrificios que tuvieron que hacer para lograr dicha posición. 

Para cualquier evento se debe ser disciplinado y formal ya que como repiten los hermanos lasallistas “Antes de la hora, no es la hora, después de la hora, no es la hora, a la hora es la hora”. Esto nos puede parecer muy difícil pero cuando uno practica el ejercicio de la disciplina los eventos salen a la hora programada, cuando nos acostumbramos a una buena planeación y la integración de un equipo eficaz, nuestros eventos no sufrirán retraso. 

Otro aspecto es la formalidad, que es la virtud de cumplir con nuestros compromisos, por eso antes de decir sí o no a la primera, debemos meditar nuestra respuesta y consultarla con nuestra agenda para ver si estamos en disponibilidad de cumplir en tiempo y forma. 

Solo con un adecuado ejercicio de las virtudes podremos triun far en la vida , pero también es importante considerar que la virtud del orden es la más importante porque da pie a todas las demás empezando por el orden mental.

Juan Carlos López Espinoza.

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