Eduardo Contreras & Ricardo Guerra
Casas de Bolsa, Sociedades de Inversión y Brokers Online, son parte de la estructura actual del sistema financiero que ha abierto las puertas a que casi cualquier persona tenga una cuenta de inversión sin importar el monto que se maneje. Como asesores de patrimonios, mucho te hemos dicho que la planeación en tus finanzas, y sobre todo en tu portafolio de inversión, debe tener estructura y hasta un Plan B, pero realmente ¿cómo se empieza a planear una estrategia patrimonial? tu punto de partida y lo primero que debes conocer es tu perfil de inversionista.
Existe un punto en la regulación de las instituciones promotoras de inversión, en el cual se exige que todos los clientes deban estar perfilados para entonces poder regular que las estrategias de inversión establecidas a los mismos son las correctas.
4 pilares básicos para perfilar un cliente
Horizonte y objetivo de inversión: define el plazo en que la inversión se mantendrá operando y la meta a la que se quiere llegar.
Conocimiento en inversiones: desde experiencia invirtiendo, hasta conocimientos básicos y técnicos en el tema.
Transaccionalidad: conocer si el total o parte de la inversión va a tener movimientos durante el plazo de inversión, ya sea depósitos o retiros.
Aversión al riesgo: no basta tener conocimientos técnicos si no se entiende o no se quiere invertir en instrumentos con volatilidad.
Tomando en cuenta estos cuatro puntos, se puede definir el perfil del cliente y la estrategia que el asesor le debe proponer. Como inversionista debes conocer que existen diferentes tipos de contrato que también van a definir la base de tu portafolio de inversión:
Contratos asesorados: son los contratos más comunes, ya sea en una Casa de Bolsa o una Operadora de Fondos de Inversión. Son los contratos que cuentan con una persona que monitorea y da seguimiento al desempeño de tu estrategia.
Contratos no asesorados: son contratos que no cuentan con un asesor, pero que normalmente tienen acceso a información financiera para la toma de decisiones. Estos contratos se han hecho famosos por el inicio de los Brokers Online, esas plataformas donde el cliente tiene acceso de primera mano a las decisiones de su portafolio y en tiempo real.
Contratos no discrecionales: normalmente los contratos requieren siempre de una aprobación del cliente para cada movimiento para mantenerlo informado, el asesor no toma decisiones a discreción.
Contratos discrecionales: son aquellos contratos en los cuales la toma de decisiones va por parte de la Institución Financiera, o por el asesor siempre y cuando sea en base a las recomendaciones propuestas por el área de análisis a la que pertenece. Previamente se tiene una marcada dicha estrategia y durante el plazo se le da seguimiento.