INNOVACIÓN SIN ETICA: EL CASO DE ELIZABETH HOLMES

La ética, la transparencia y un meticuloso procedimiento al realizar acciones es lo que cualquier emprendedor, que tenga un producto de valor en manos, debe de considerar en todo momento ya que, sin estos elementos, existe el grave riesgo de ser arrastrado al olvido.

Elizabeth Holmes era considerada una gran e innovadora mujer en el 2015 cuando su empresa Theranos dio a conocer su dispositivo portátil, Edison, el cual hacía un análisis de sangre con solo el piquete de un dedo y prometía baterías completas de estudios sin tener recibir tubos de sangre vía intravenosa. Su compañía se vio valuada en 900 mil millones de dólares y logro recaudar 400 millones de dólares de inversionistas para el dispositivo.

Sin embargo, la historia de éxito y gloria no duro mucho. En Febrero de 2015, John Ionnidis, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, escribió una carta a la Asociación Médica Americana en la cual acusaba a Theranos de utilizar la prensa para crear emoción pública y no someterse a la revisión de la comunidad médica.

El Octubre de ese mismo año John Carreyrou, dos veces ganador del Premio Pulitzer, cuestiono la efectividad del aparato Edison en un artículo en el diario The Wall Street Journal, destruyendo así la credibilidad del aparato, en donde la compañía respondió que el dispositivo identificar 240 desordenes de salud, todo con un simple piquete. En realidad Edison solo puede procesar 15 tipos de pruebas.

De aquí en adelante la compañía se vino abajo, siendo cuestionada tecnológica y éticamente por los medios y médicos. Sumando que después de una inspección sanitaria sorpresa, cuyo resultado no fue positivo para Theranos. Holmes, frente a un escándalo que amenazaba con destruir el trabajo de su vida, tomo la decisión de hacer todo lo que no se debe hacer durante una crisis: Negó que todo estuviera mal y se dibujó como la victima de las grandes corporaciones.

Seis meses después la verdad salió a la luz en donde, en una entrevista con NBC en donde admitió responsabilidad de la compañía que creía tener la tecnología del Edison perfeccionada “Y lo más devastador de todo es que en verdad creíamos que así era.”

Al pasar el tiempo, la credibilidad de la compañía era nula y el valor de la empresa de 900 mil millones de dólares cambio a 800 millones y, de acuerdo a Forbes, la valuación de la CEO Elizabeth Holmes pasó de 4.5 mil millones de dólares a cero.

Si la empresa hubiera sido abierta sobre cómo funcionaba su tecnología o el hecho de que le faltaba desarrollo, no estaría acabada. Es por eso que tener valores como persona, como empresario, como innovador, es indispensable al momento de salir al mundo ya que con un error de esta magnitud todo podría acabar en un abrir y cerrar de ojos.

 

Artículo por Francisco Rivera

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