Mientras que la llegada del COVID-19 frenó de manera abrupta muchas de las actividades que permiten que la economía fluya, también se ha visto un repunte de herramientas digitales que han sido un soporte claro para México, una de éstas es la firma electrónica, destacó Sora, startup mexicana especializada en la identidad digital.
Lo anterior debido a que de la misma manera en que las FinTech se convirtieron en una solución en el sector financiero, el e-commerce en términos de comercio, en términos legales, logísticos y administrativos, la firma electrónica se ha posicionado como una herramienta clave para hacer y firmar contratos legales entre particulares, o incluso no detener la operación y pago de la nómina de una empresa.
“El escenario que trajo el COVID-19 nos obligó a buscar nuevas formas de hacer todo por medio de procesos 100% seguros y legales; esta crisis sanitaria es una buena oportunidad para impulsar la firma electrónica en México y convertirnos en una nación digital, porque nos obliga a evitar el trato presencial y hacer todo de manera remota, pero segura, lo que sin duda puede potencializar el flujo de la actividad empresarial del país”
destacó Alejandro Martínez, CEO de Sora, empresa que desde que inicio el COVID a la fecha, ha tenido un crecimiento del 200 por ciento.
La firma electrónica en México
Sin embargo, existen varios retos para lo anterior, uno de ellos es el bajo número de personas que conocen los beneficios y el ahorro de tiempo que una firma electrónica les puede dar; ejemplo de ello es que de los 78.5 millones de contribuyentes que el Servicio de Administración Tributaria tiene registrados a mayo del 2020, solo 15.6 millones han tramitado y cuentan con su e-firma.
Un segundo problema de origen es que en México varias instituciones emiten firmas electrónicas (el SAT, el Poder Judicial, la Secretaria de Economía y la UNAM), mientras que lo ideal es que cada persona solo cuente con una a nivel nacional y para cualquier trámite. Por ello Sora sugirió que debe existir un solo mecanismo de identificación oficial, como en otros países, tal es el caso de Estonia.
Un análisis de Euler Hermes destaca que hay economías, como México, que ya se encuentran trabajando entre un 70 y 80% de su normalidad. Pero, aún existen actividades que, por el cierre de oficinas y procesos administrativos, se complican a menos de que las personas salgan de su confinamiento para reunirse a firmar el papeleo necesario.
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Alejandro Martínez destacó que hoy en día la firma electrónica no sólo facilita las declaraciones fiscales, sino también la firma de contratos comerciales; e incluso el manejo de la nómina de las empresas (un proceso que al implementar esta herramienta puede pasar de 3 días a solo ocupar media hora de su personal), lo que permite una optimización de recursos y aumento de productividad.
“Tenemos el caso de un cliente, es una empresa manufacturera de 7 mil empleados, donde una persona invertía 8 horas laborales por semana para hacer el proceso de recolección de firmas, y con nuestra herramienta se redujo a 30 min. Lograr que todos los empleados firmen y entreguen el recibo se vuelve insostenible”
señala Martínez.
¿En qué te puede ayudar el tener tu firma electrónica?
Por otro lado, el Observatorio de Recursos Humanos de España realizó un estudio sobre el uso de la firma electrónica, éste arrojó que 93% de los encuestados piensa que la firma electrónica contribuye a ofrecer una mejor experiencia de contratación de personal; 30% de los profesionales la utiliza para tramitar los contratos laborales, y, casi 100% de los usuarios está satisfecho con los resultados.
“Esta herramienta poco explotada en México brinda la seguridad a las transacciones; con su uso se puede identificar al autor del mensaje y verificar que no haya sido modificado, su diseño se basa en estándares internacionales de infraestructura, lo que sin duda brinda mucho mayor ceritidumbre a las personas y las blinda de un fraude como podrían ser la falsificación de su firma autógrafa”
mencionó el CEO de Sora.
Es importante destacar que el éxito de la implementación de la firma electrónica que apuntale a México como uno de los principales países en el aprovechamiento de esta gran herramienta, y la digitalización de los procesos legales en México, dependen de la adopción de todas las dependencias y gobiernos (desde el federal hasta los municipales) como un nuevo mecanismo de indentificación única de personas.