Hay varios factores por los que, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), dos tercios de las Pymes en México no llegan a los cincos años. Entre los más críticos, están una deficiente planeación financiera y una visión errada sobre cómo manejar sus números.
Ya sea no darle movilidad a su dinero y dejarlo estático, una perspectiva negativa alrededor de sus deudas o hasta la resistencia al cambio en sus modelos de negocio, estas son algunas de las fallas comunes de las Pymes que ponen en riesgo la salud de sus finanzas.
Confiar más en la intuición que en los datos
La toma de decisiones implica asumir y evaluar los riesgos. Los datos son la brújula para saber dónde está y hacia dónde va una empresa. En ese sentido, medir constantemente el desempeño es una práctica infaltable en toda organización.
Entre los indicadores clave que toda Pyme debe seguir de cerca están:
- Crecimiento, margen bruto y neto de ventas
- El Índice de solvencia para medir la liquidez
- Días de ventas pendientes de cobro.
- La razón de deuda sobre capital.
Dejar el dinero inmóvil
Si bien siempre es bueno procurar tener una buena liquidez, dejar las ganancias estáticas y no reinvertir, reducirá tus posibilidades de mejorar tu producción, rendimiento y obtención de recursos para potenciar tus ganancias.
Más que limitarse a amasar ganancias y evitar las deudas a toda costa, una empresa con finanzas sanas se caracteriza por ser sostenible y cuidar el balance de sus recursos. Ten en cuenta que, en una economía globalizada, la competencia no solo es en tu mercado local, sino con empresas y startups disruptivas de todo el mundo.
Mala estrategia de financiamiento
La complejidad, falta de información y mala percepción sobre las herramientas de financiamiento orilla a muchas Pymes a limitarse.
Si bien es verdad que uno de los retos más grandes de las Pymes es el financiamiento, tener un plan concreto respecto a tu deuda será de gran ayuda, ya que, lejos de ser un riesgo, es una estrategia para finanzas sanas e inversión en tu crecimiento.
Recurrir a otros productos financieros, como el factoraje, son otro acercamiento viable, pues ofrecen financiamiento eficiente, sin representar una deuda en tu balance.
No adaptarte
Las fórmulas de negocio inamovibles y absolutas, pierden efectividad en un mercado cambiante con clientes cada vez más exigentes. En ese sentido, los modelos deben basarse en inteligencia de negocios, incluso si son pequeñas o medianas organizaciones.
De hecho, según el más reciente reporte de predicciones para 2020 de la firma IDC, la innovación y la transformación digital seguirán consolidándose: para 2023, 52% del PIB global dependerá de empresas digitalmente transformadas. En ese entorno altamente competitivo, la agilidad y la adaptabilidad son la norma.