Con el contexto vivido por la pandemia, mucho se ha insistido en que México necesita emprendedores que movilicen la economía, generen fuentes de empleo y fortalezcan el mercado interno.
Sin embargo, las estadísticas pintan un panorama sombrío para las pequeñas y medianas empresas, con un rango muy limitado de supervivencia. Este contexto nos hace pensar que emprender y ser empresario es un acto heroico.
El heroismo empresarial
Tiene un principio fundamental: construir un concepto propio de emprendimiento.
“Para mí significa generar dinero limpio a partir del emprendimiento es una parte del éxito, pero debe basarse en el equilibrio comercial, operativo y administrativo para prevalecer.”
Claudio Kandel, Director de DiSí Operaciones
Una de las maneras de lograrlo, además de aportar soluciones innovadoras, creativas y asequibles, es fundamentar toda tu estrategia de negocio en la honestidad.
Esta premisa hace posible capitalizar y traducir la honestidad en un aval capaz de generar confianza en el mercado.
Sugerencias
- Asesoría. Aprovechar los conocimientos de expertos es una decisión tan estratégica como mantener a esos mentores a la mano para consultas frecuentes.
- Plan de acción. ¿Cuál es el objetivo del emprendimiento? ¿Cómo se cumplirá este objetivo? ¿Cómo se evaluará el avance hacia dicho objetivo? ¿Quién es responsable de qué? Mientras más claro sea el plan de acción para el equipo de trabajo, más probable es que el objetivo se cumpla.
- Plan financiero. Establecer de dónde provendrá el capital, la inversión del mismo, lograr un flujo de efectivo saludable y continuo, determinar las fuentes de financiamiento. La administración debe ser impecable, honesta y alineada con el plan de acción.
- Clientes, no compradores. Un cliente mantiene una relación constante con la empresa. Hay que ejecutar acciones para provocar recurrencia.
- Promoción. Publicidad tradicional, redes sociales, motores de búsqueda, contacto directo y un sinfín de combinaciones de lo anterior deben conformar una estrategia puntual. Comercio electrónico. Es conveniente utilizarlo a favor de la empresa. Si la infraestructura del negocio debe modificarse para adaptarse al nuevo esquema, es muy probable que el emprendedor descubra que el cambio no solo era deseable sino necesario.
- Prevención de debilidades naturales. La seguridad interna y externa de un negocio es prioritaria. Ninguna precaución sobra cuando se trata de proteger a la empresa y a sus distintos públicos.
- Excelencia. La recomendación de un cliente satisfecho es insuperable; es decir, la proverbial publicidad de boca en boca. De la excelencia depende que esto suceda. Los clientes deben ser los mejores promotores de una empresa.
La firmeza para no desistir ante los obstáculos es la clave para el éxito. Un emprendimiento puede encontrar un punto de equilibrio después de tres años de vida.
A pesar de que en este tiempo no hay garantía de éxito, los emprendedores siguen asumiendo los riesgos de levantar un nuevo negocio aún con las condiciones actuales.