El maquillaje es una idea de negocios bastante flexible que te permite ser tu propio jefe y emprender. Como todo buen negocio, demanda experiencia en administración, logística y manejo del tiempo. ¿Qué implicará, realmente, ser estilista profesional? Esto y más nos lo compartió Emi Vidal para entrevista PRO. Bien dijo Jesús de Hoyos en otra de sus colaboraciones: “emprender es hacer empresa”, y si le agregamos la pasión y entrega que particularmente Emi realza en cada una de sus clientas, la hace ya diferente y parte de nuestra red.
Makeover por Emi Vidal
Mientras más experiencia se tenga en el campo, la seguridad con la que se emprenderá será mucho mayor. Luego de haber practicado numerosas veces en distintos tipos de piel, Emi demostró mayor profesionalismo a la hora de dar a conocer los servicios que presta. Desde que se graduó en Mayo del año pasado y ya meses antes de eso, ejercía su profesión a domicilio o en un pequeño espacio que adaptó en casa. Sin embargo, dio el gran salto ya con su estudio, el cual cumplió 1 año el pasado 13 de noviembre.
Congratulations!
“Estoy súper contenta porque ha tenido más éxito del que yo esperaba, sobre todo en lo que es el primer año que dicen que siempre es el más difícil”, comentó sonriendo. Las redes sociales es una de las partes más importantes de su negocio. Cuenta con Facebook e Instagram donde podrán encontrar sus bellas transformaciones.
Emprendedora en acción
Procurar la autenticidad y valor de la mujer es en lo que ella se especializa más. El impacto social de su estudio va directo al aspecto personal de cada mujer: la convivencia de sus clientas lo es todo. En palabras de Emi, “lo más satisfactorio del mundo es ver la diferencia de cómo se ven ellas mismas en el espejo cuando llegan y cómo se ven cuando se van”. La parte que más disfruta de su trabajo es subirles la autoestima a sus clientes con un simple peinado, maquillaje favorecedor, consejos de vida que les resalten sus rasgos más bonitos. “Una mujer con seguridad llega más lejos y logra lo imposible, todo empieza desde un buen planchado o secado y el uso correcto del maquillaje”, agregó nuestra emprendedora.
Asimismo, por ser un espacio tan exclusivo, se limita el servicio de atención “de una en una”, lo cual promueve la comodidad y confianza entre ellas. “Uno de mis maestros siempre decía que un estilistas ejerce dos carreras: ¡estilismo y psicología!” Y vaya que tiene razón. Apoyada por la tecnología, Emi procurará expandir su negocio mediante la publicidad por internet y recomendaciones de boca en boca. “La mayoría de mis clientas han llegado a mí por esto y me encanta, porque me da la seguridad de que estoy haciendo bien mi trabajo”, finalizó.