Por: Héctor Garza, Head Strategy Coach y Jorge Osuna, Head Attitude Coach de Trayecto Zenit.
Este tema que ha ganado importancia en los últimos años, pero hoy en día, es prioritario para las empresas que quieran sobrevivir.
“El cómo se encuentre una persona emocional y físicamente, entre otros aspectos, determinará la calidad de los resultados que pueda brindar como individuo o como integrante de un equipo”
Por lo tanto, es fundamental incorporar esquemas para el desarrollo adecuado de herramientas, competencias y valores que ayuden al colaborador a la regulación y el manejo de su estado mental y emocional.
¿Qué sucede?
Hasta hace unas cuantas semanas, cuando una persona salía a trabajar a otro lugar, podía desconectarse con más facilidad de lo que ocurría en su vida personal.
Hoy, con todos los cambios que se han experimentado gracias al Covid-19, ya no es así. Ahora para muchos, la oficina está con ellos; en casa, compartiendo espacio y tiempo junto con sus padres, con su esposa o esposo, inclusive con sus hijos o mascotas.
Aquellas empresas que aún no han considerado el impacto de la vida personal de sus empleados en su desempeño, es probable que a la larga tengan que considerar algunos cambios, porque a diferencia de aquellas organizaciones que sí han decidido ver por el bienestar de sus colaboradores en la modalidad de “Home Office”, han encontrado un sinfín de nuevas oportunidades.
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Aunque aún no ha transcurrido mucho tiempo, bajo la modalidad de “trabajo en casa” y no haya estudios que arrojen resultados inmediatos, ha medida que ésta se incremente el periodo de home office, sí podrá apreciarse una disparidad en la productividad entre los colaboradores que no se han preparado para hacerlo de aquellos que sí recibieron entrenamiento o capacitación para organizar, estructurar y combinar; su vida laboral con la vida familiar y la integración de otras disciplinas diarias (cultura, recreación, relajación), sin la necesaria supervisión ni vigilancia de la empresa u organización.
Lo que hoy se vive en el mundo ha llevado a que los emprendedores con su versatilidad y creatividad y los colaboradores con su gran lealtad, revaloren sus prioridades enfocando los esfuerzos hacia un bienestar total.
Las organizaciones tienen la gran oportunidad de replantear las estrategias de crecimiento enfocando sus esfuerzos en desarrollar el liderazgo personal de cada uno de sus colaboradores, y reafirmando equipos de trabajo con valores trascendentales sumados a la adquisición de nuevas habilidades.
“Es momento de maximizar las oportunidades de evolución en el liderazgo de los colaboradores, sobre todo, en el de mayor impacto en la vida del individuo, el desarrollo personal“