Aunque la conversación intergeneracional parece centrarse en que “los millennials quieren todo fácil” o “los de la generación X prefieren una junta a resolver todo con un mail”, la realidad es que cada vez hay más empresas que buscan capitalizar lo mejor de ambos mundos.
Si bien la generación X, personas nacidas entre 1960 y 1980, aún representan parte importante de la actual fuerza de trabajo, los millennials están sumándose, ya sea como emprendedores o tomadores de decisión en puestos gerenciales o directivos.
Nacidos entre 1980 y 1999, esta generación representará el 75% de la fuerza laboral para 2025.
¿Qué están aprendiendo ambas generaciones de trabajar juntas y cómo están beneficiando a las empresas? De acuerdo con Runa, la plataforma que automatiza la nómina, hay cinco puntos a destacar:
Aprendizaje
Ambas generaciones están interesadas en el conocimiento, en ¿qué pueden hacer para mejorar? Al ser un punto en común tan importante, las empresas pueden apostar por ofrecer algunos beneficios, como cursos, diplomados y capacitaciones.
Reconocimiento
Si bien los millennials, nacidos en el auge de los videojuegos donde en cada acción el programa premiaba o desbloqueaba niveles de manera inmediata y que en el ámbito laboral esperan algo similar, todos los equipos -sin importar la edad- requieren motivación y retroalimentación positiva, en especial ante logros significativos en la empresa.
Flexibilidad
Hablamos de unesquema de trabajo que permite balancear las obligaciones y objetivos con determinados horarios y sin importar en dónde se realice el trabajo. Ahora ya hay aplicaciones que permiten mayor transparencia en el seguimiento de horas y objetivos, en beneficio de ambas partes.
Nuevos Horizontes
Quizá el punto más complejo en la relación generación X-Millennials es que mientras los primeros se enfocaron en una larga relación dentro de una misma empresa, a los segundos les motiva más el cambio. Las empresas están aprendiendo a balancear ambas visiones, ya sea impulsando el compromiso de ambos en generar nuevas líneas de servicio, emprender dentro del propio negocio, así como capitalizar el conocimiento a través de mentoring o coaching interno.
Digitalización
Ninguna empresa quiere estar hundida en una montaña de papeles. La adopción de herramientas como plataformas digitales para organizar las jornadas laborales, así como el seguimiento de cada colaborador para facilitar el pago de nómina o gestionar mejor los recursos humanos, son ventajas en beneficio del propio negocio.
Definitivamente hay diferencias generacionales, sin embargo, en el ámbito laboral, éstas pueden aprovecharse para un bien común y centrar la conversación en qué hacer para mejorar.