Bicicletas de sistema compartido

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En la Ciudad de México ya es muy común ver scooters, motos y bicicletas eléctricas que se han facilitado a las personas su desplazamiento en las calles.  

Las empresas que desarrollan estos vehículos cada día le apuestan más a la tecnología y a la innovación para sobresalir entre la competencia.

Gran parte de esa tecnología es desarrollada por mexicanos, como es el caso de Imaatech.

Una aplicación de micromovilidad se conforma del vehículo y un dispositivo de comunicación, que va a hacer que el vehículo se conecte a la nube donde hay una plataforma backend y frontend con el que el usuario interactúa.  

En este caso Imaatech se enfoca en la elaboración del vehículo, bicicletas eléctricas para sistemas compartidos y la parte de conectividad a la nube. 

“El principal diferenciador es una plataforma integrada, ya que otros operadores tienen que hacer el sourcing del vehículo, del dispositivo de conexión y ellos hacer la integración. 

Rafael Garayoa, Director General de Imaatech

La creación del hardware  

Imaatech cuenta con una solución “llave en mano” a nivel hardware, por si el operador tiene un software propio, de tal forma que el vehículo se comunique con su backend y frontend

Rafael nos platica: “Para iniciar este proyecto hice uso de mis ahorros y subsidios proporcionados por el gobierno. En ese  momento el objetivo era llegar a tener un producto y un mercado para poder levantar capital”.

Hasta ahora el crecimiento se ha dado de forma orgánica, con un producto validado en proceso de certificación y muchos clientes interesados. 

“Nuestra visión es que la bicicleta eléctrica se posicione como la alternativa ideal, pues ofrece muchas de las bondades que una bicicleta normal de pedales no puede, resultando impráctico para quienes se dirigen a sus trabajos”. 

Los desafíos 

El arranque de una empresa de tecnología dura es complicado debido a la carencia de infraestructura y ciclos de desarrollo largos antes de tener un producto comercial.  

Antes de tener algo que vender se requiere tiempo e inversión, por ello es percibida como una industria de alto riesgo.

El nivel de experiencia que tiene el capital humano en México es otro factor. En el área de tecnologías duras falta llevar al equipo de ingenieros a un nivel en el que desarrollen soluciones de clase mundial. 

Rafael recalca “Nos enfrentamos también a que en México y Latinoamérica, muchos de los productos que desarrollamos son percibidos como costosos y en dado caso el usuario prefiere realizar la compra de una motocicleta”. 

En la sociedad latina la bicicleta no es percibida como un elemento benéfico para la movilidad ni una alternativa eficiente. 

Finalmente en esta región, usar una bici en la ciudad es un factor de riesgo ya que no hay una adecuada infraestructura y cultura vial para que un ciclista se sienta seguro al transitar por las calles. 

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