“DEBES LLEVAR ALGUNA ESTRUCTURA PARA QUE NO SE TE PASEN LAS FOTOS O PUBLICACIONES Y SE JUNTEN; TIENES QUE TENER UN ORDEN PORQUE SI NO SE HACE UN DESASTRE.”
Camisetas vintage de bandas de rock, lentes extra grandes y mocasines de diversos estilos son los elementos básicos dentro del Instagram de una de las blogueras de moda más influyentes de Nuevo León, y dentro de muy poco de México. Para muchos podría parecer una cuenta más de una fashionista aficionada a las marcas de alta costura, sin embargo, hay mucho más detrás de eso. Andy Benavides, como es conocida en sus redes sociales, ha logrado convertir su extenuante hobby en una profesión.
“Es una arma de dos filos esto de ser blogger, porque muchos dicen ‘qué padre, no tienes una oficina o un horario fijo’, y la verdad sí es bueno, pero al mismo tiempo nunca termina el día, pues en una empresa cierras puerta, agarras maletín, te vas y regresas mañana”, destaca Andy. “Nunca terminas, de repente a las 4 de la mañana te encuentras trabajando en el post que tienes que publicar a las 8 a.m. y si la fotografía no quedó o no sale lo que la marca quería que mostraras, es el cuento de nunca acabar”.
Andy no estudió nada relacionado a lo que hoy hace —de hecho, es egresada de la carrera de Derecho del Tecnológico de Monterrey—, sin embargo, se toma muy en serio su labor como bloguera y lo considera un trabajo fijo y una forma de ganarse la vida haciendo una de las cosas que más ama, tanto que fue dejando de lado su profesión como abogada, para realizar la transición y convertirse en un personaje influyente de Monterrey en las redes sociales.
“Poco a poco me fui involucrando un poquito más con la moda, no de lleno porque estaba trabajando como abogada, pero sí en mis ratitos libres. Comencé haciendo colaboraciones, conociendo diseñadores, boutiques, marcas nuevas; me fui interesando un poquito más que en mi trabajo en ese momento hasta que se volvió más importante y empezó a tomar más de mis días. Ahí fue cuando dije ‘no pues ya no sé qué hago como abogada’, e hice la transición” afirma Andy.
Para esta regiomontana, el reto más grande de llevar a cabo esta profesión formalmente fue exactamente eso: llamarlo su profesión. “¿Qué ya andas de modelo?”, le decían muchos de sus conocidos al iniciar. “Pues no, no ando de modelo, tengo un blog”, respondía Andy. “Fue un proceso difícil, no tanto de educar a la gente, pero sí explicarles, sobre todo a mi mamá, amigas de la edad e incluso más chicas, ya que esto no estaba aún muy de moda en Monterrey. En Ciudad de México sí tenía muchas amigas con un blog bien posicionado”.
El arte de bloguear, aunque muchos no lo crean, consiste en tener un plan establecido de lo que vas a poner cada día y a cada hora, al menos para Andy, quien confiesa que no era muy organizada, pero tuvo que volverse por obligación. “Definitivamente debes llevar alguna estructura para que no se te pasen las fotos o publicaciones y se junten; tienes que tener un orden porque si no se hace un desastre”.
Todos los lunes dedica completamente su día a hornear para su empresa Fit Cooking, donde se especializa en crear brownies sin lácteos, harina ni azúcar, que han resultado un éxito en las tiendas naturistas y veganas. Además, son aproximadamente 3 o 4 días los que dedica para tomar fotografías para su blog, dependiendo de qué tan activa sea su semana.
Clave del éxito: Ser auténtica en cada publicación que realiza.