UN 2017 AGRIDULCE…

Uno de los lugares frecuentes para que las personas se reúnan son los restaurantes y cafeterías. Cada uno de
estos establecimientos cuenta con un concepto que busca cautivar a los clientes para que se incremente su popularidad y, con ello, las ventas.

Desde una pequeña cafetería hasta una gran cadena de restaurantes, existen elementos clave que se comparten y que son intrínsecos al negocio como el concepto de las instalaciones, de los alimentos y del servicio que
ofrecen. Derivado de lo anterior, se desprenden conceptos financieros asociados con las ventas y la rentabilidad que hacen sustentable al negocio a través del tiempo.

Sin importar si son empresas que cotizan en la bolsa o si es la comida corrida de la esquina, el área restaurantera enfrentó un 2017 retador y no todos lo enfrentaron con éxito. Por ejemplo, existen dos empresas que cotizan dentro de la Bolsa Mexicana de Valores y cuyo modelo de negocio consiste en administrar franquicias que cotidianamente visitamos. Las dos, en comparación, tuvieron un desempeño muy diferente.

La primera de estas empresas es Alsea, la cual tiene un portafolio de franquicias entre las que destacan Domino’s Pizza, Starbucks, Burger King, Chili’s, así como otras 10 marcas también reconocidas. Alsea no es dueño de esas marcas, sino que administra y opera las franquicias en los países que tienen presencia, dependiendo
de la marca de la que se hable.

Durante el 2017, Alsea presentó un incremento en sus ventas del 12.8% vs 2016, mientras que el ebitda y la utilidad neta aumentaron 25.4% y 9.3% respectivamente.

Parte de estos buenos resultados se vieron reflejados en el precio de su acción, con un rendimiento de 8.5% durante el 2017. La segunda empresa que se dedica administrar franquicias es CMR, la cual tiene un portafolio
de restaurantes entre los que destacan Wings, Olive Garden, Red Lobster y también Chili’s (en diferentes estados de la República en los que opera Alsea), además de otras 6 franquicias.

Al contrario de Alsea, durante el 2017, CMR presentó una caída en sus ventas y ebitda del -0.9% y -16.7% respectivamente vs 2016, mientras que se reportó una pérdida neta de -$94.4mdp. Parcialmente, estos resultados
se observaron en el precio de su acción, que tuvo un rendimiento de -0.6% durante el 2017.

Quizá en un futuro veamos nuevas empresas cotizando dentro de la bolsa, ya sea como administradores de franquicias o directamente por ser dueños de las marcas, con el fin de obtener recursos para nuevos proyectos de expansión y/o para hacer mucho más institucional la empresa.

El 2017 fue un año complicado, con elementos clave como la inflación (principalmente en los precios de los alimentos), el incremento en las tasas de interés, la incertidumbre de los consumidores ante las
elecciones en EE.UU., así como las afectaciones por los desastres naturales. Esperamos que, para los restaurantes, este 2018 sea un año con mejor “sazón”.

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