¿Alguna vez has tenido la intriga de cuál es la mejor forma de comenzar a exportar tus productos? Aquí te dejamos cinco puntos clave:
¿Tienes un producto o servicio listo?
Es recomendable contar con un producto desarrollado y con un poco de presencia en México para que percibas comentarios de consumidores, comparativas y datos sobre costos, capacidad de producción, consumo, distribución, entre otros.
Para ciertos productos, debe ser probada su producción y/o consumo dentro del mercado nacional durante cierto tiempo antes de que las autoridades mexicanas expidan permisos para su comercialización fuera del país.
¿A dónde quieres llegar?
Este punto se alinea con las características, costumbres, tradiciones, hábitos y estadísticas de ciertos países para hacer posible el ingreso y aceptación de nuestro producto o servicio. En este caso, es importante realizar una investigación de mercado para que se pueda identificar alguna oportunidad de mercado para nuestro producto o servicio.
¿Tu producto o servicio requiere alguna modificación?
Este punto va ligado al anterior, ya que, en caso de detectar potencial en algún destino del mundo, es importante confirmar si es necesario realizar alguna modificación, ya sea en etiqueta, empaque, contenido, materiales, embalaje, documentos o algún otro aspecto más detallado como documentos o certificaciones requeridas para su salida de México y entrada en el país destino.
¿Quién comprará tu producto o servicio: importador, distribuidor, autoservicio o mayorista?
Aquí es donde es importante aclarar el fin del producto. Éste se rige por la presentación y el empaque del mismo; en ocasiones, las empresas flexibilizan y poseen la capacidad de penetrar diversos nichos de mercado. Sin embargo, si te encuentras en la etapa inicial, define lo que mejor convenga para la producción y costos, siempre enfocado en el mercado meta.
¿Cuánto cuesta y a qué precio se venderá? ¿Existen costos adicionales a la producción y comercialización en México?
Recuerda que cualquier adición, modificación o proceso adicional se debe costear. Hay que agregar costos de logística, agente aduanal, consultoría o bróker, así como impuestos y aranceles, si es el caso. Esto ayudará a definir el precio final del producto para el cliente en el destino definido.
ESCRITO POR: ANY TORRES, CONSULTORA DE AT INTERNATIONAL.
