Nufi, revolucionando la verificación de identidad en México

Nufi, revolucionando la verificación de identidad en México
Ilich Nuñez y Hans Villa, fundadores de Nufi

Hay historias que comienzan con una gran idea, otras con un gran fracaso. La de Nufi comenzó con ambas. Cuando Ilich Núñez y Hans Villa se reencontraron en 2015, después de años de caminos separados —él, abogado corporativo con carrera en la banca; él, ingeniero con alma de inventor—, no sabían que juntos construirían una de las startups más sólidas del ecosistema mexicano. Lo que sí sabían era que estaban dispuestos a arriesgarlo todo.

Del fracaso técnico al hallazgo de mercado

Nufi nació como “Nube Financiera”, una plataforma de APIs diseñada para brindar infraestructura tecnológica a empresas fintech. En papel, la idea sonaba poderosa. En la práctica, era casi imposible vender.

“El ciclo de ventas era larguísimo, y el valor no se percibía de inmediato”, recuerda Hans. “No teníamos ‘bolillos’ que vender, solo conchas complejas”, dice, aludiendo a una metáfora que usan con frecuencia: ofrecer productos sencillos y transaccionales antes de vender soluciones sofisticadas.

El punto de quiebre vino cuando decidieron analizar qué de todo lo que habían construido realmente generaba valor. Descubrieron que sus componentes de verificación de identidad eran los más demandados. Así, nació un nuevo Nufi, enfocado en generar reportes limpios y estructurados que ayudaran a tomar decisiones confiables. Verificar a quién contratas, a quién rentas, a quién le otorgas un crédito o con quién haces negocios. Esa se volvió su nueva misión.

Hoy, Nufi realiza más de un millón de verificaciones de identidad al mes y trabaja con más de 370 empresas, desde bancos hasta startups de recursos humanos y proptech.

Pitch perfecto, preparación quirúrgica

El momento que cambió su historia llegó en el escenario de Shark Tank México. Para muchos emprendedores, ese tipo de exposición puede parecer una jugada arriesgada. Para Ilich, era un sueño. Para Hans, una locura. Pero lo hicieron —y lo hicieron bien.

Los fundadores no dejaron nada al azar: ensayaron más de 130 posibles preguntas, escribieron 68 versiones de su pitch y se prepararon con rigurosidad quirúrgica. La recompensa fue inédita: los cinco tiburones quisieron invertir. Nufi se convirtió en una de las pocas startups mexicanas en cerrar una ronda con todos los Sharks y ejecutar el proceso de fondeo completo en menos de un mes.

“Más allá del dinero, nos ganamos aliados que nos apoyan por WhatsApp, que nos dan consejos y comparten su red”, afirma Ilich.

Cultura, comunidad y cucarachas

Pero Nufi no se detiene ahí. Inspirados por los golpes que enfrentaron —y por quienes los ayudaron a levantarse—, crearon la comunidad Emprendedores Cucaracha. Su objetivo: ofrecer apoyo real a otros fundadores que, como ellos, sobreviven a las adversidades con resiliencia.

“No somos unicornios. Somos cucarachas: sobrevivimos, nos adaptamos, y cuando volamos… asustamos”, bromean. Pero la frase tiene fondo. Para Ilich y Hans, la clave está en servir antes que vender, aprender siempre y nunca dejar de experimentar.

Ahora, con inteligencia artificial como su nuevo aliado, el futuro de Nufi se construye un experimento a la vez. No tienen un roadmap tradicional; tienen hipótesis, datos y una ambición genuina por crear tecnología útil. Y mientras tanto, siguen haciendo lo que mejor saben: adaptarse, pivotear y volar cuando nadie lo espera.

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