MÚSICA Y TECNOLOGÍA, ALIADOS EN LAS AULAS

¿Cuántas veces, al estar leyendo sobre el futuro de cualquier industria o sector, nos encontramos con los términos Cuarta Revolución Industrial o Revolución 4.0? En nuestro caso, muchísimas. Y es comprensible, los avances tecnológicos del siglo comenzaron ya a desdibujar, poco a poco, la línea que separa al mundo digital del físico y humano. Esto significa que los ámbitos sociales, educativos, culturales y económicos tendrán que adaptarse y prepararse para el uso masivo del Internet de las Cosas (IoT), la Inteligencia Artificial (IA), el Big Data, la Nube, la automatización y la convergencia de tecnologías.

Un futuro incierto

No debe sorprendernos, por lo tanto, que Cathy Davidson en su libro “Now You See It: How Technology and Brain Science Will Transform Schools and Businesses for the 21st Century” asegure que el 65% de los niños que entran hoy a la primaria, trabajarán en puestos que todavía no existen. David Ritter, CEO de Greenpeace Australia/Pacífico, comparte esta predicción: “el futuro del empleo estará hecho de trabajos que no existen, en industrias que usan tecnologías nuevas, en condiciones planetarias que ningún ser humano jamás ha experimentado”.

¿Qué pueden hacer, ante un panorama tan incierto, los colegios y las universidades para preparar a los profesionistas del futuro? Apostar por el desarrollo de competencias. Es cierto que no sabemos qué título tendrán estas nuevas profesiones, pero sí tenemos una idea de cuáles serán las habilidades que requerirán: pensamiento crítico, creatividad, capacidad de resolver problemas complejos, trabajo en equipo y habilidades de comunicación. Éstas son conocidas también como soft skills y son, en buena medida, la base de los programas educativos enfocados en las humanidades y las artes.

El papel del arte en las aulas

El entrenamiento musical, por ejemplo, hace mucho más que entretener a los pequeños durante unas horas a la semana. Un estudio elaborado por Auditory Neuroscience Laboratory de Northwestern University, en conjunto con Harmony Project, comprobó que los niños que tomaron clases de música durante dos años no sólo tocaron mejor un instrumento al final de la muestra, sino que la música ayudó a que sus cerebros procesaran mejor el lenguaje. Esto se debe a que este proceso de aprendizaje incluye las capacidades sensoriales, de atención, cognitivas, emocionales y motrices del individuo.

“La música activa todo tu cerebro. Al momento de aprender el lenguaje musical, los alumnos no sólo pueden tocar cualquier instrumento, también incrementan sus habilidades matemáticas, se adaptan más fácil a otras lenguas y crean un pensamiento crítico. Por otro lado tienen más disciplina, perseverancia, paciencia y empatía, mejoran su autoestima y el autocontrol de sus emociones, entre muchos otros beneficios más”, explicó Bianca Villarreal, COO de Elements ME. Es por esta razón que contar con un buen programa musical dentro de la oferta escolar o universitaria es importante.

Estas clases, sin embargo, no pueden seguir un patrón caduco. “Cuando era especialista de música en colegios privados, observé que los modelos antiguos de enseñanza musical ya no conectaban con la nueva visión del mundo que tiene un estudiante del siglo XXI, por lo cual diseñamos un sistema para acelerar el aprendizaje y hacerlo significativo para los estudiantes. Al observar el éxito pedagógico y lo independiente del método, nos convencimos de que tenemos en nuestras manos la herramienta correcta para salvar el aprendizaje musical en el mundo”, complementó David Ahedo, CEO de Elements ME.

Se trata de un app con un programa de aprendizaje musical enfocado en la gamificación. “Elements ME logra que los alumnos aprendan música como un lenguaje a partir del estímulo neurológico de las cuatro competencias involucradas en el quehacer musical: entrenamiento auditivo, teoría musical, lectura de notas y coordinación rítmica. Al usar esta herramienta los estudiantes aprenden de una forma rápida y divertida desde cualquier lugar, mientras que los maestros se ven beneficiados ya que pueden enfocar su clase en la ejecución del instrumento. Por otro lado, ofrecemos un portal de maestros donde ellos tienen acceso a los resultados de sus alumnos en tiempo real, reduciendo su carga de trabajo drásticamente”, platicó Bianca.

Nuestros cerebros procesan una melodía como lo harían con una frase hablada, por lo que la enseñanza de la música debe parecerse a la del lenguaje. “¿Te imaginas aprender la palabra “Dog” sin tener la menor idea de lo que significa, para años después enterarte de que se trataba de un perro? La concepción antigüa sobre la música es que se trata de una disciplina que, a través de la repetición sin sentido, en algún momento mágico hará clic en la mente del estudiante y éste habrá de entenderla. Esto es el orden opuesto a como debe funcionar. Si primero nos familiarizamos con la música como si fuera nuestro lenguaje materno, estaremos en una posición de experimentar y discernir los mensajes que se expresan a través de ella”, comentó David.

¿Por qué de la mano de la tecnología?

Estamos acostumbrados a asociar la tecnología con la ciencia, la ingeniería y las matemáticas. Sin embargo, el uso correcto de esta herramienta fortalece otras materias y disciplinas. “El hecho de tener en tus manos un instrumento de hace 500 años no quiere decir que tu mente debe pensar como lo hacían en ese tiempo. Utilizar tecnología correctamente nos ayuda a tener experiencias que corresponden a esta época”, aseguró Javier Esquivel, CTO de Elements ME. “El error más común en el salón de música es pensar en la tecnología como una forma de darle más colorido a la pedagogía antigua, para después llamarlo interactividad. Creemos que la tecnología va más allá de un pizarrón a colores, un track de acompañamiento o un video que explique lo mismo que un maestro”.

CONOCE ELEMENTS ME

Elements ME proporciona a las escuelas un programa de música completo con desafíos que, junto con una gran cantidad de características adicionales, crean una nueva experiencia de aprendizaje musical.

Se basan en estos cuatro principios:

OÍDO

1. Reconocimiento, visión, desempeño. ¿Tu mente confía en tus sentidos?

TEORÍA

2. Estructura, diseño, orden ¿Eres capaz de resolver sus enigmas?

LECTURA

3. Fluidez, conciencia, identificación. ¿Tienes ojo para eso?

RITMO

4. Coordinación, velocidad, precisión. ¿Puedes mantener el ritmo?

Elements ME busca facilitar el proceso de enseñanza-aprendizaje, y utilizar una plataforma digital facilita este propósito. “Trasladar este aprendizaje a una aplicación nos permite hacer uso correcto de gamificación. Esto no sólo motiva a los alumnos al hacerlo divertido, también les permite tener autonomía; le dan más valor a sus propias metas y les da la oportunidad de competir tanto con ellos mismos así como con otros alumnos. Por otro lado, cuenta con un portal de maestros donde tienen acceso a los resultados de sus alumnos en tiempo real, reduciendo su carga de trabajo drásticamente”, compartió Bianca.

Desarrollar un app de este tipo no es sencillo, ya que deben tomarse en cuenta muchos detalles importantes. “Aunque en concepto estamos haciendo un progreso revolucionario, el estudiante debe sentir una naturalidad absoluta en lo que está haciendo. Todo lo que lo rodea en la interfaz es intuitivo y, lo más importante, guarda relación con lo que está allá afuera. Las primeras habilidades que se adquieren pueden ser comprendidas y aplicadas inmediatamente. Todo esto con un diseño motivador que respeta la inteligencia del usuario”, complementó David.

Afortunadamente, los colegios hoy en día están abiertos a incluir en sus programas educativos herramientas nuevas que transformen la experiencia del alumno a la hora de aprender. “Cualquier herramienta que promueva el aprendizaje de manera positiva, divertida y efectiva es sin duda un ventaja para las nuevas generaciones. La tecnología nos ha permitido automatizar tareas que antes tomaban muchísimo tiempo y esto es una ventaja tanto para los alumnos como para los maestros. Siempre y cuando se utilice de la manera correcta, en este mundo digital de hoy en día, la tecnología dentro de la escuela prepara a los alumnos para los retos del futuro”, expresó Bianca.

Ganadores de Plataforma PRO

Emprender en el ámbito tecnológico puede ser un reto, sobre todo en nuestro país. Sin embargo, eventos como Plataforma PRO permiten que emprendedores de ésta y muchas otras áreas tengan la oportunidad de pitchear sus proyectos frente a importantes inversionistas y aceleradoras. Éste fue el caso de Elements ME en nuestra edición 2017. “Para nosotros, estar en Plataforma PRO significó no solamente un paso de crecimiento personal, también uno profesional. Nos mostró el potencial que podemos alcanzar. Nos dio mucho gusto y satisfacción que nuestro mensaje pudiera ser escuchado en una plataforma tan alta como lo es este evento. Nos sentimos muy contentos”, finalizó David.

“YO RECOMENDARÍA A TODOS LOS EMPRENDEDORES QUE QUIEREN DAR UN PASO ADELANTE EN SU CRECIMIENTO QUE BUSQUEN PARTICIPAR EN PLATAFORMA PRO. A NOSOTROS NOS HA SERVIDO DE MUCHAS MANERAS, NO SOLAMENTE EN CONECTAR CON PERSONAS QUE NOS HAN AYUDADO A CRECER, TAMBIÉN EN PODER VER Y APRECIAR CUÁL ES EL POTENCIAL DE NUESTRAS IDEAS”, DAVID AHEDO, CEO DE ELEMENTS ME.”

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