María Alejandra Yáñez: La artista que convirtió los colores en propósito de vida

María Alejandra Yáñez: La artista que convirtió los colores en propósito de vida
María Alejandra Yáñez, makeup artist profesional

En el mundo de la belleza, pocas historias combinan talento, resiliencia y propósito de manera tan poderosa como la de María Alejandra Yáñez, makeup artist profesional, educadora y directora de MA Studio & Academy, quien ha construido a lo largo de más de una década un sello distintivo que hoy influencia a miles de mujeres —y a toda una nueva generación de maquillistas—.

Su camino no ha sido lineal. Está lleno de contrastes, tal como su teoría de color favorita: blanco y negro. “Si yo fuera un color, sería blanco y negro. Son la oscuridad y la luz… y de ahí nace todo”, explica María, describiendo la dualidad que también ha marcado su vida personal y profesional.


El maquillaje como ritual y herramienta emocional

Para María, el maquillaje va mucho más allá de lo estético. Es una herramienta emocional diaria.

Maquillarme es un ritual personal. Es el momento donde me conecto conmigo misma y encuentro la seguridad para mi día”, comparte.

Esa seguridad no es casual. Explica que vernos al espejo influye químicamente en nuestro cerebro: cuando algo no nos gusta, generamos malestar; cuando sí, liberamos dopamina. Por eso, dice, para muchas mujeres el maquillaje se convierte en un aliado para el bienestar emocional.


Un episodio de salud que marcó un antes y un después

A los 17 años, María enfrentó un episodio crítico: una trombosis con infarto cerebral. Aprendió nuevamente a caminar y a hablar, mientras sus amigas vivían la adolescencia con normalidad.

Esa etapa me agudizó la brújula moral. A los 17 yo ya estaba preguntándome: ¿para qué estoy aquí?, ¿cuál es mi propósito?

Esa experiencia, lejos de detenerla, sembró una claridad profunda sobre su misión y el valor de la vida. También la acercó a su fe y a una disciplina férrea que más tarde definiría el éxito de su marca.


Disciplina, estructura y la decisión de renunciar

Antes de convertirse en maquillista, María trabajó ocho años en el área financiera de Value. Allí aprendió estructura, disciplina y organización: “Un sueño sin disciplina no es nada”, dice.

Pero la vena creativa insistía. Un día, viendo un cuadro frente a su escritorio, supo que ya no podía ignorarla: renunció sin tener clientas ni un plan claro.

Fue un salto al vacío… o era ese día, o nunca.

La vida la sorprendió: un curso, una nota en medios locales y de pronto, agenda llena. Ganaba en un día lo que antes ganaba en un mes. Aun así, reconoce que ese éxito inicial llegó sin preparación financiera, algo que aprendería más adelante.


Pandemia, reinvención y el poder de la educación

La pandemia parecía una amenaza para alguien cuyo trabajo dependía del contacto físico. Pero un giro inesperado lo cambió todo: impartió cursos en línea para una empresa y ese año se convirtió en el más rentable de su vida profesional.

Fue mi mayor utilidad sin tocar un solo rostro. Ahí entendí otra dimensión de mi propósito: enseñar.”

Ese momento fortaleció la academia y la visión de convertir su estudio en un espacio de formación y crecimiento para nuevas artistas.


El impulso definitivo: una alianza que multiplicó su impacto

Ya con su local abierto —y tras otro periodo de inversión pesada— un mensaje inesperado llegó a su Instagram: Andy Benavides quería una cita con ella. Esa visita no solo validó su trabajo, sino que abrió una ola de más de 500 citas nuevas.

Si Andy hubiera llegado dos años antes, no habría estado lista para ella”, reconoce.

Hoy, María maquilla a múltiples celebridades y personalidades, pero lo que más destaca es su visión humana:

Detrás de cada imagen perfecta hay un corazón vulnerado, cansado o presionado. Yo conozco a las mujeres en su estado más real”.


Formar talento: su misión más profunda

María ha entendido que su trabajo no solo embellece rostros, sino que transforma vidas. Todas las artistas que trabajan con ella han sido certificadas personalmente.

Mi estudio es un puente. Sé que muchas se irán, pero se llevan una habilidad para toda la vida.”

Su visión es clara: sumar, impulsar, multiplicar oportunidades.


Una historia escrita con propósito

De una etapa de oscuridad a un camino lleno de luz, María Alejandra Yáñez ha construido un legado en la industria de la belleza. Su historia demuestra que el talento florece cuando se mezcla con disciplina, fe, resiliencia y generosidad.

Es más que una makeup artist: es una creadora de oportunidades, una formadora de talento y un ejemplo de cómo los colores también pueden abrir caminos de propósito.

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