Los cuatro pecados capitales de las empresas familiares, y cómo expiarlos

Las empresas familiares mexicanas deben sortear diferentes retos que van desde la supervivencia, financiamiento, falta de educación, entre otros.

Aunque grandes líderes como Jeff Bezos atribuyen sus mejores decisiones de negocios a su intuición, la realidad es que el éxito en las empresas familiares no es tan sencillo. 

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la falta de planeación es considerada como una de las principales razones por las que 2 de cada 3 empresas fracasan antes de los cinco años.

Si a ello sumamos el hecho de que vivimos una pandemia y crisis sanitaria sin precedentes, llegaremos a noticias negativas.

El Consejo para el Desarrollo del Comercio en Pequeño (ConComercio Pequeño)dió a conocer que, como consecuencia de los efectos de la pandemia, más de un millón de pequeños establecimientos y empresas familiares tuvieron que bajar sus cortinas en 2020.

A esto se suman datos como el del Centro de Investigación para Familias de Empresarios, CIFEM–BBVA del IPADE Business School, que resaltó que solo una de cada seis empresas familiares llegará a la tercera generación por la falta de sinergia negocio-familia. 

Las empresas familiares históricamente, y no siempre de forma voluntaria, han subestimado los planes de negocios y algunos temas financieros de alto interés, algunos considerados como pecados capitales para el financiamiento de estas empresas. 

Drip Capital nos comparte los 4 que consideran encontraron:

Creer en fórmulas intocables

El hecho de que una empresa familiar pueda superar más de tres generaciones puede significar dos cosas, por un lado, una serie de buenas prácticas basadas en la disciplina financiera y de trabajo, además de una larga tradición en cuanto a su forma de operar y “recetas de negocios” que pasan de generación en generación. 

De acuerdo con académicos de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), 83% de las empresas en México son familiares, lo cual demuestra su funcionamiento. 

Sin embargo, aunque los años respaldan a muchas empresas, la agilidad y la adaptabilidad pesan más en una economía cambiante como la que vivimos actualmente, y nada como la pandemia para ejemplificar estos cambios abruptos.

No medir

Entre los números más importantes para toda empresa, aquellos que nunca deben salir de la mira de sus administradores están:

  • margen bruto y neto de las ventas
  • Índice de solvencia, para conocer la liquidez con la que cuenta la compañía
  • la deuda sobre capital, un referente de qué tan bien preparado se está para cumplir.

Más allá de los balances de resultados, hay diversos indicadores que ofrecen una perspectiva amplia del verdadero estado de una empresa y si esta va por el camino correcto hacia el éxito y la estabilidad de sus finanzas.

No reinvertir

¿Es posible pecar de prudente ante este entorno en el que no sabemos a ciencia cierta si las ventas se recuperarán?

Si bien es un hecho que debemos ser cautelosos en todo negocio que hagamos, no reinvertir las ganancias obtenidas, limitará tus posibilidades de crecer, pues en un mundo que es cada vez más globalizado, ya no solo compites con “el vecino”, sino con empresas y hasta startups de todo el mundo que van y vienen.

Según Endeavor, en México, tres de cada diez fundadores de emprendimientos o startups en el país llegaron fundaron una empresa y estas se mantienen operando y compitiendo en diversos sectores.

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Miedo a la deuda o al financiamiento

Más que un “mal necesario” la deuda puede ser, de hecho, positiva para cualquier empresaayuda a invertir en áreas clave, acelerar tu crecimiento e, incluso, ahorrar en impuestos. 

Sin embargo, la falta de acceso a financiamiento es una realidad para las Pymes mexicanas: 58% de las solicitudes de crédito de Pymes son rechazadas por las instituciones de crédito tradicionales, como los bancos, según una encuesta de la Cámara Internacional de Comercio (ICC). 

Esto ha provocado que muchos empresarios lo consideren complicado o un peligro para su capital.

Lo más recomendable es evitar la deuda de manera desinformada o impulsiva, además de buscar alternativas emergentes y confiables. 

Uno de los recursos que mayor auge ha adquirido entre las PyMEs es el financiamiento a partir de las cuentas por cobrar o factoraje, pues al simplificar el financiamiento y reducir el riesgo para las Pymes que venden sus productos tanto a otros países como dentro del México, permite flexibilidad de vender a crédito, pero obtener un pago de contado sin necesidad de usar colaterales como garantías de pago.

La principal recomendación es buscar toda la asesoría posible en los diferentes rubros de su profesionalización y desarrollo.

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