Lissy Giacomán, educación que ayuda a desarrollar y mantener el talento

En un contexto donde muchas empresas luchan por retener talento operativo y aumentar la productividad, una startup mexicana ha encontrado una forma innovadora de abordar el problema: invertir en la educación de los empleados. Vinco, fundada por Lissy Giacomán, Miriam Fernández y Sofía Sada Segovia, conecta a corporativos con programas educativos pensados para sus trabajadores. Y lo hace con una propuesta clara: si el personal crece, la empresa también.
“Creamos Vinco porque vimos una oportunidad en conectar a trabajadores operativos con programas educativos relevantes, y a las empresas con una forma tangible de invertir en su talento”, explicó Giacomán en entrevista.
¿Cómo funciona Vinco?
Vinco opera bajo un modelo B2B2C: se alía con empresas que financian total o parcialmente la educación de sus colaboradores. A través de una plataforma amigable, los empleados acceden a programas que van desde secundaria y preparatoria hasta carreras universitarias, maestrías, inglés y cursos técnicos.
Pero el diferenciador está en el acompañamiento. No es una plataforma más que ofrece cursos; Vinco guía al estudiante durante todo el proceso: desde que elige su programa hasta que lo concluye. “Esa es la clave de nuestro éxito”, asegura la CEO.
El reto de la brecha educativa
Vinco nace como respuesta a un problema estructural: la falta de acceso a educación de calidad para millones de personas en América Latina. En México, por ejemplo, casi el 60% de los trabajadores solo cuenta con secundaria o menos. Esto limita las posibilidades de crecimiento profesional y afecta directamente a las empresas, que ven afectada la retención y eficiencia de sus equipos.
La plataforma no solo ofrece una vía para mejorar el nivel educativo, sino también para fomentar la movilidad social. “Muchos de nuestros estudiantes son los primeros en su familia en cursar estudios superiores. Están abriendo un camino completamente nuevo”, comenta Giacomán.
Impacto real en empresas y personas
Los resultados hablan por sí solos. Grandes empresas como Bimbo, Cemex y Femsa ya usan Vinco para impulsar el desarrollo de sus equipos. Y los beneficios no se limitan al cumplimiento de metas internas: las tasas de retención aumentan, la motivación mejora y los trabajadores se sienten valorados.
Giacomán destaca que los testimonios que reciben a diario son su mayor motivación: “Personas que han crecido profesionalmente, que han inspirado a sus hijos a seguir estudiando… es un círculo virtuoso”.
Emprender con propósito en América Latina
No todo ha sido sencillo. Emprender en la región trae sus propios desafíos. Pero para Giacomán, mantener un propósito claro ha sido la brújula. “Emprender en Latinoamérica es duro, pero también hay muchas oportunidades si sabes escuchar al mercado y mantenerte cerca de los usuarios”, señala.
El enfoque de Vinco ha sido siempre claro: generar impacto social desde un modelo de negocio sostenible y escalable.
¿Qué sigue para Vinco?
Actualmente, Vinco opera en México y ya comenzó su expansión hacia otros países de América Latina. Su visión es ambiciosa: convertirse en la plataforma líder en educación corporativa para trabajadores operativos en toda la región. Para lograrlo, planean seguir ampliando su red de aliados educativos y fortaleciendo su tecnología.
Reflexión final: la educación como palanca de cambio
La historia de Vinco es una muestra de cómo la innovación y el propósito pueden ir de la mano. En una región con profundas desigualdades y brechas de acceso a la educación, este tipo de iniciativas no solo son valiosas: son esenciales.
Como concluye Giacomán: “La educación cambia vidas. Pero para que eso ocurra, hay que hacerla accesible, relevante y acompañada. Eso es lo que hacemos en Vinco”.
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