LEER, UN BUEN PROPÓSITO DE AÑO NUEVO

Casi todas las semanas se publica un reporte que establece los beneficios de la lectura. El más reciente encontró que esta actividad permite “leer la mente”, esto es la habilidad de “leer” los pensamientos y los sentimientos de los demás. Otros estudios mencionan que puedes dormir mejor, evitar el Alzheimer y mejorar la empatía; aún los libros de autoayuda han sido útiles para mejorar la depresión. La lista de beneficios es interminable, según Lana Winter-Hébert leer da tranquilidad, mejóralos conocimientos, las habilidades de escritura y también, entre varios más, es diversión gratis, mejora el pensamiento analítico y la concentración.

Si son tantos los beneficios, ¿por qué en México leemos tan poco? Las explicaciones son muchas y variadas, desde la poca cultura de la lectura en general en el país: como nadie lee, entonces nadie se interesa por leer. Es el resultado de no inculcar este hábito en las escuelas o en las universidades, del alto costo de los libros y de la gran variedad de ofertas que compiten por el tiempo, como ver la televisión y ahora los videojuegos más las redes sociales.

La mejor época para adquirir el hábito de la lectura es la infancia y adolescencia. Si no lo tienes, empieza dedicándole poco tiempo y con novelas de aventuras o libros de divulgación sencillos. Poco a poco puedes pasar de unos minutos por día a unas horas. Es un hábito que se tiene que ejercitar. Además, el costo no es ya un factor, hay muchos libros gratis en Internet.

Para llegar a los 50 libros por año que alcanzan las personas realmente lectoras hay que pasar por un libro al mes, luego por quincena y finalmente el libro de la semana. Aunque muchos lectores mantienen la lectura de 3 o 5 o más libros simultáneamente, buscan terminar al menos uno con la frecuencia elegida. Lo mejor es ponerse una meta y poco a poco aumentar el reto.

Un gran avance son los audiolibros, que se pueden escuchar en cualquier lugar y por supuesto en el carro en los atascos de tránsito, donde treinta minutos de ida y otros tantos de regreso se pueden aprovechar para escuchar un libro y no para cambiarle interminablemente de estación de radio.

El objetivo “leer más” es un buen propósito de año nuevo, pero hay que ponerle números y esforzarse para cumplir las metas. Al poco tiempo, se convierte en un hobby que se disfruta mucho y se empiezan a reconocer los beneficios.