LA IMPORTANCIA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

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Actualmente, un poco más del 50% de las actividades laborales pueden ser automatizadas con tecnología, según el estudio “What the future of work will mean for Jobs, skills, and wages”, realizado por McKinsey Global Institute. Esto significa que los profesionistas del siglo XXI necesitan más que conocimientos técnicos. “Vamos a enfrentarnos a muchos retos que no conocemos bien y por eso mismo tenemos que formar a las personas de manera integral. Si les damos sólo contenidos no tendrán fuerza para enfrentar al mundo. Por eso para mí lo más importante es dar valores, ideales e inteligencia emocional, porque hay mucho estrés y muchas dificultades en nuestra vida y sociedad”, comentó el padre Guillermo Meade, Director General del Instituto Irlandés.

No debe sorprendernos, por lo tanto, que entre las habilidades más importantes para el 2020 el Foro Económico Mundial haya señalado la resolución de problemas, el pensamiento crítico, la creatividad, el manejo de las relaciones sociales y la inteligencia emocional. “Va a cambiar mucho el mercado de trabajo y las necesidades de nuestros muchachos. Hay que adecuar nuestras escuelas para que nuestros niños puedan vivir en el futuro. En lo que más estamos trabajando en cuanto a propuestas para nuestros alumnos es mucha metodología activa, trabajo colaborativo y mucha resolución de problemas. Va a ser muy importante en el futuro que las personas estén acostumbradas a enfrentarse a retos y se muestren dispuestos a resolverlos”, platicó Meade.

No se trata de una lucha entre las habilidades blandas y las capacidades técnicas, ya que ambas son importantes y tendrán un papel fundamental en el futuro. “No se puede enseñar si no se contemplan las habilidades de comunicación, trabajo en equipo, resiliencia, entre otras cosas. Actualmente, trabajar en resolver problemas te obliga a hacerlo en equipos interdisciplinarios de una manera activa y para ello las competencias blandas son necesarias. Las soft skills, o las habilidades útiles para cualquier trabajo que involucre relaciones interpersonales, son: capacidad de comunicación, pensamiento analítico, trabajo en equipo, resolución de problemas, resiliencia, manejo de conflictos, confianza, manejo de estrés y dominio de idiomas”, explicó el Padre.

El Irlandés de Monterrey busca lograr estos objetivos a través de varias metodologías y planes de acción. “¿Qué estamos haciendo? Yo diría que varias cosas. Una que se me hace muy importante es ayudar al profesor a hacer este cambio. No podemos empezar con el alumno, debemos hacerlo con el pedagogo. La educación es, una formación personalizada. Antes era para las masas, hoy se busca sacar las mejores cualidades de los alumnos. Entonces, el profesor no puede tener el rol de antaño, que sabía sus contenidos y los exponía, debe hacer mucho más. Por eso digo, ahora que la educación está centrada en el alumno se necesitan mejores profesores. Por eso estamos capacitando a nuestros maestros, para dar este cambio de paradigma”, comentó.

En cuanto a las aulas, el modelo educativo también se ha adaptado a estas nuevas necesidades. “Trabajamos con metodologías activas que nos permiten aplicar y construir nuevos conocimientos a través de experiencias formativas en diversa áreas de desarrollo como las ciencias, los idiomas, la resolución de problemas, la argumentación, el debate, la robótica, los viajes culturales y deportivos. Estamos haciendo laboratorios interdisciplinarios, lo que se conoce por STEAM. Proponemos fuertemente en nuestros alumnos que se conviertan en líderes positivos y generadores de un cambio creativo y humano en beneficio de nuestra sociedad”, concluyó el padre Guillermo Meade.

“TRABAJAMOS CON METODOLOGÍAS ACTIVAS QUE NOS PERMITEN APLICAR Y CONSTRUIR NUEVOS CONOCIMIENTOS A TRAVÉS DE EXPERIENCIAS FORMATIVAS”