FIDGET SPINNERS: TENDENCIA SOCIAL
El fidget spinner no es un producto nuevo. Éste fue creado por la química, estadounidense, Catherine Hettinger, acreditada como la creadora por distintos medios masivos tales como The Guardian, The New York Times y New York Post, quien creó una iteración del juguete pensando en su hija, la cual sufre de miastenia gravis, un desorden autoinmune que causa debilidad en los músculos.
Hettinger patentó el fidget spinner en el año 1997, llegando a vender varios de sus juguetes en ferias de su ciudad de residencia, Florida. Prosiguió con intentar vender su idea a compañías de juguetes, entre ellas Hasbro, pero fue rechazada. Debido al costo de mantenimiento de la patente, Hettinger la dejó ir y, en 2005, la patente desapareció.
Pasaron los años y un nuevo “boom” apareció, el concepto de los juguetes “fidget”, siendo un excelente ejemplo el Fidget Cube, proyecto de los hermanos Mark y Matthew McLachlan, el cual publicaron en Kickstarter, un sitio web para financiar proyectos, con la petición de $16,000 dólares. Para sorpresa de muchos, este proyecto al finalizar el tiempo de financiamiento obtuvo $6 millones de dólares.
Gracias al levantamiento de este tipo de juguetes, el 23 de diciembre de 2016 Forbes público un artículo donde indicaban que era el “juguete para oficina del 2017”. Lo anterior, más la adopción y exposición del juguete en redes como Reddit y Youtube, generó el empujón que hacía falta y, muy pronto, todos deseaban uno.
El fidget spinner es, en la actualidad, el producto 17 del Top 20 de productos más vendidos en Amazon. No solamente eso: varios Youtubers que adoptaron el spinner explican cómo “el fidget spinning es un estilo de vida” o bien, videos cuyo título es “Trucos de fidget spinner con un fidgeter profesional”, los cuales ya cuentan con más de 3 millones de visualizaciones.
Aun así, no todo ha sido gloria para este juguete para el estrés: existen múltiples grupos de padres y madres de familia, escuelas y maestros, cuyo objetivo es detener este nuevo juguete debido a que, a pesar de su propósito para desestresar, distrae a los niños en la escuela.
Si bien estos juguetes tuvieron un increíble éxito como muchos productos que se convierten en tendencias, suelen ser un reflejo del estado de la sociedad actual. Podría bien ser la imagen del mundo en el que vivimos, donde su adopción nos habla sobre una necesidad de liberar el estrés y la ansiedad en este tipo de productos. El próximo gran boom podría estar frente a nosotros, incluso, sin que nos demos cuenta.
Artículo por: Francisco Rivera