La UNESCO, durante la Conferencia Mundial Sobre la Educación Superior del 2009, precisó que la educación del siglo XXI debía caracterizarse por dos factores: la responsabilidad social universitaria y la calidad académica. Esto debido a que el mundo en el que vivimos actualmente necesita que los jóvenes asuman un rol importante en el cambio social, económico y ecológico del planeta. Como respuesta a estos desafíos, instituciones educativas alrededor del mundo han apostado por el Servicio-Aprendizaje (S-A), un modelo que se caracteriza por la integración de la enseñanza académica con el servicio comunitario, por tener una estrategia pedagógica basada en la experiencia y un servicio encaminado a atender necesidades de la comunidad.
Afines a esta ideología, la Universidad de Monterrey (UDEM) ha tenido siempre la fuerte convicción de formar profesionistas creativos, innovadores, emprendedores sociales y con una mayor participación cívica. “El Servicio-Aprendizaje es un modelo en el que tenemos mucha fe y en el que somos punta de lanza. Nuestra institución está fundada en la creencia de que el ser humano se realiza al servicio del ser humano. En nuestros programas académicos tratamos de incluir el Servicio- Aprendizaje con la intención de que nuestros estudiantes aprendan de una manera mucho más aterrizada e inspiradora, para que vean la aplicación práctica de los conocimientos para el servicio de la comunidad”, explicó Carlos Basurto Meza, vicerrector de Educación Superior de la UDEM.
Ante la fuerte crisis ambiental que aqueja actualmente al planeta, la educación debe tener también la sustentabilidad y la conciencia ecológica como prioridades. “Otro punto en el que nos estamos enfocando, y que tiene un tremendo impacto, es la sustentabilidad desde la perspectiva social. Queremos que con lo que se queden los muchachos de su estancia en la UDEM es el compromiso social, que sepan que pueden ser exitosos, que pueden ser emprendedores, que pueden realizarse de la forma que gusten, pero que tengan en mente que pueden hacer y ser todo eso ayudando a su comunidad”, comentó el vicerrector.
La conciencia y responsabilidad social van muy de la mano de las habilidades sociales y de lo que se conoce como soft skills. “Aquí, en la Universidad de Monterrey, marcamos puntualmente la importancia de la inteligencia emocional, una comunicación efectiva en un entorno multicultural y el trabajo en equipo con un enfoque multidisciplinario. Ciertamente los avances tecnológicos han cambiado la manera en la que vivimos nuestro día a día, por lo que tenemos que reaprender cómo incluir estos nuevos factores en la educación y en el ambiente laboral. Debemos de cultivar el trabajo colaborativo para preparar a los muchachos para su vida laboral y familiar”, puntualizó el vicerrector de la UDEM.
Los jóvenes lograrán hacer un cambio importante e innovador, tanto en sus comunidades y rubros como en el mundo, al integrar sus conocimientos académicos con su experiencia social. “La UDEM siempre ha procurado estar a la vanguardia de la tecnología e innovación. Es por esto que estamos pavimentando el camino de nuestros estudiantes a través de alianzas con empresas y universidades, investigaciones conjuntas y programas que les permitan experimentar de primera mano la Revolución 4.0, y así generar conocimiento propio y enriquecer el ya existente”, finalizó Basurto Meza.
“EL SERVICIO, EL HUMANISMO Y LA ÉTICA, SIEMPRE SERÁN IMPORTANTES, INDEPENDIENTEMENTE DE LA DISCIPLINA QUE ESTUDIEN LOS JÓVENES”