EL ESTRÉS LABORAL: LA PUNTA DEL ICEBERG

El estrés y la depresión han sido catalogados como los padecimientos emocionales del siglo XXI. De acuerdo con Organización Mundial de la Salud (OMS), millones de personas en todo el mundo los padecen. Basta con que escribas juntas las palabras “estrés” y “México” en algún buscador de Internet y te sorprenderás con la cantidad de artículos que señalan que México lidera la lista de los países más estresados a nivel mundial.

Según un estudio realizado por la Asociación Americana de Psicología (APA), las poblaciones más afectadas por el estrés son justamente las más activas a nivel laboral; particularmente aquellas compuestas por personas de 18 a 33 años y de 34 a 43 años. En ambos grupos cerca del 40% aseguraron padecer estrés.

El estrés laboral es sólo la punta del iceberg, pues trae consigo decenas de problemáticas, tanto para quien lo padece como para las empresas que los contratan. Éstas se enfrentan a un índice cada vez más alto de ausentismo laboral, derivado de inasistencias por enfermedad.

Por ello, para cualquier organización debe ser prioridad conocer y, por encima de todo, dar atención a las problemáticas personales y laborales de sus colaboradores. En este sentido, la prevención del estrés debe realizarse no sólo a nivel individual sino desde el lugar de trabajo. Es importante tener en cuenta estas tres claves:

FUENTES DE ESTRÉS. Primero, hay que identificar a las personas que lo padecen y reducir sus fuentes de estrés relacionadas al trabajo. Por ejemplo: define claramente los perfiles de cada puesto, esclarece las metas y objetivos que se tengan por área o departamento y comunica oportunamente los cambios y logros para mantener motivado al equipo.

MENTE/CUERPO. Todos necesitamos unos minutos de descanso y desconexión mental. Promueve la práctica de ejercicios de relajación dentro y fuera de la organización. Implementa una rutina antiestrés de forma diaria; ésta no les llevará más de 4 minutos y los resultados serán maravillosos.

CANALES DE COMUNICACIÓN. La comunicación es la clave para la prevención y reducción del estrés laboral. Cuando nuestros canales de comunicación son deficientes o están llenos de tardados y complejos procesos es difícil lograr que el equipo de trabajo se sienta escuchado y comprendido y, en consecuencia, el estrés aumenta de forma progresiva. Sé flexible, establece diversos medios de comunicación y mejora así la relación con sus colaboradores.

Por último, pon manos a la obra lo antes posible. Recuerda que el estrés es un problema crónico y silencioso, pero también completamente tratable. Si tienes problemas de estrés y/o depresión puedes buscar asesoría gratuita en el Centro de Integración Ciudadana CIC Mty.

POR MAYRA LÓPEZ. Centro de Integración Ciudadana CIC Mty.

Suscríbete a nuestro newsletter

* indicates required
Share the Post:

Related Posts