Debido a los acelerados cambios en la ciencia y la tecnología, las universidades hoy forman a los alumnos para ser multifuncionales. En el futuro, se requerirán programas académicos que aprovechen la inteligencia colectiva, el conocimiento, la intervención en el entorno y la evaluación continua de procesos de aprendizaje. Los dispositivos portátiles de inteligencia artificial serán muy comunes, así como las plataformas educativas montadas en aplicaciones móviles.
Preparándose para ello, las universidades están operando a través de un aprendizaje colaborativo, ofreciendo a alumnos espacios de encuentro social, afectivo y humano. Esto transforma la manera de aprender de los alumnos puesto que su educación les da la capacidad de trabajar y desarrollar soluciones innovadoras que respondan a las necesidades actuales y del futuro. Ángel Casán Marcos, rector de la Universidad Regiomontana (U-ERRE), mencionó la importancia de adoptar una formación profesional con una conciencia del ecosistema global. “Queremos sensibilizar a los alumnos sobre los problemas sociales y hacerlos creadores de propuestas de solución. También buscamos enseñar habilidades blandas y académicas ofreciendo experiencias profesionales que enriquezcan a los alumnos. Como universidad, esto nos permite ser un agente disruptivo en los modelos y espacios de aprendizaje”, agregó el rector.
No está nada lejos el momento en que la educación no tendrá límites de actores, espacios, tiempo, distancia o lugares. Sin lugar a dudas, la tecnología tiene un rol importante en esto pues ha causado un gran impacto en todas las áreas del saber y de organización social. En la educación, los avances tecnológicos que causarán efectos extraordinarios son los que mejorarán la interacción física y virtual, y el intercambio de información en tiempo real. “Nuestros alumnos van a vivir más de ocho décadas de cambios científicos, tecnológicos, sociales, económicos y políticos, por lo que las habilidades no-cognitivas o transferibles, como nos gusta llamarlas, son tan importantes como las académicas. Las seis habilidades más comunes en todo nivel educativo son: la creatividad para resolver problemas, colaboración, pensamiento crítico, adaptabilidad, liderazgo de influencia y comunicación” compartió Casán.
Las instituciones educativas están enfrentándose a temas asociados a la Industria 4.0, tales como el Internet de las cosas, la realidad virtual, aumentada y mixta, blockchain, inteligencia artificial, y machine learning, entre otros. U-ERRE está comprometida a desarrollar talento y tecnología para enfrentar esta nueva revolución industrial, por ello cuenta con su Lab de Innovación Educativa, que es responsable de la capacitación docente en tres niveles: Coach U-ERRE, diseñador e innovador educativo. El trabajo de equipo es trascendental para lograr un desarrollo instruccional de cada experiencia de aprendizaje que incluya tecnología.
“Un elemento altamente innovador son nuestros Labs U-ERRE: plataformas de colaboración y aprendizaje que redefinen los esquemas tradicionales por medio de la integración de los programas académicos con proyectos reales de las organizaciones y comunidades. Actualmente tenemos Labs de Arte, Cultura y Ciudadanía; de Innovación Educativa; de Desarrollo Infantil; de Medios Interactivos; de Ciudad; de Industria 4.0 y la Aceleradora de Proyectos. Todo en referencia a la industria 4.0”, comentó el rector.
Para los integrantes de esta universidad, es importante que todo egresado, al vivir la Experiencia U-ERRE, tenga un proceso de transformación basado en momentos de su vida estudiantil que lo animen a trascender en la sociedad y ser mejores ciudadanos. De esta manera, descubrirán cuál es el camino profesional que quieren trazar para su futuro.
“QUEREMOS SENSIBILIZAR A LOS ALUMNOS SOBRE LOS PROBLEMAS SOCIALES Y HACERLOS CREADORES DE PROPUESTAS DE SOLUCIÓN”