Salim Caracheo: cómo descubrir el propósito divino detrás de una empresa
Desde su infancia en una familia de 16 hermanos en Celaya, Salim Caracheo aprendió el valor de la comunidad, la fe y el trabajo compartido. Hoy, como Director de His Way At Work en Monterrey, dedica su vida profesional a acompañar a empresarios que buscan redescubrir el propósito detrás de sus empresas, integrando la espiritualidad en el liderazgo.
“Muchos empresarios me dicen: ayúdame a descubrir para qué realmente abrí mi empresa”, comenta Salim. Y ese es precisamente el corazón de su labor: ayudarles a entender que el éxito empresarial no se mide solo en utilidades, sino en el bienestar de las personas que forman parte de la organización.
His Way At Work: una comunidad con sentido
Lejos de ser una consultoría tradicional, His Way At Work (HWAW) es una comunidad de empresarios que ponen a Dios en el centro de su cultura organizacional. Nacido en Estados Unidos y hoy presente en América y Europa, el programa impulsa la creación de “programas de cuidado” dentro de las empresas, diseñados a la medida para cada organización, sin importar su tamaño o giro.
El objetivo es simple, pero profundo: ayudar al empresario a cuidar a su gente. En palabras de Salim:
“Dios le da a algunos el don de ser empresarios, y con ese don viene la responsabilidad de cuidar a su gente.”
A través de sesiones, acompañamientos y foros mensuales, los empresarios comparten experiencias, se forman en valores humanos y espirituales, y descubren cómo liderar desde el servicio y no desde el poder.

Empresas que ponen a Dios al centro
His Way At Work no impone una religión; promueve la espiritualidad y el respeto. “No se trata de convertir a nadie”, explica Caracheo. “Trabajamos con judíos, cristianos y católicos por igual. Lo importante es creer en Dios y permitirle entrar en la empresa”.
En Monterrey, la comunidad ha crecido de 13 a más de 60 empresas en los últimos años, convirtiéndose en una de las redes más grandes del mundo dentro del movimiento. El resultado es visible: ambientes laborales más humanos, colaboradores comprometidos y líderes conscientes de su papel en la vida de los demás.
El propósito como brújula
Uno de los primeros ejercicios que His Way At Work promueve con cada empresario es la pregunta clave:
“Señor, ¿para qué me diste esta empresa?”
De esa reflexión nace el propósito organizacional, una frase breve que da sentido al trabajo diario y al liderazgo. “Cuando el empresario entiende su propósito, la empresa cambia, la gente cambia, y el impacto se multiplica”, afirma Salim.
El liderazgo, entonces, deja de ser una carga y se convierte en vocación.
Más allá de los negocios
Para Salim Caracheo, el verdadero éxito está en transformar vidas. “Cuando un empresario ve por su gente, su gente ve por la empresa. Es una fórmula que nunca falla”, dice.
En un mundo empresarial que a menudo se enfoca solo en resultados, su mensaje resuena como un recordatorio poderoso: las empresas con alma también pueden ser exitosas.
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