Playbook PRO: Noshes Tecate y el nuevo modelo de festivales accesibles que están transformando el mercado cultural
Noshes Tecate debutó en Hermosillo como un caso ejemplar de innovación cultural: un festival accesible desde $100 pesos que combinó curaduría estratégica, talento diverso y enfoque local, demostrando que la inclusión y la calidad pueden transformar mercados regionales.
Hermosillo marcó un antes y un después en la escena musical del noroeste con la llegada de Noshes Tecate, un festival que desde su primera edición rompió uno de los paradigmas más arraigados de la industria: que la calidad y la experiencia premium deben estar ligadas a precios elevados. Del 12 al 14 de diciembre, el Parque La Ruina fue el epicentro de un proyecto que demostró que accesibilidad, curaduría inteligente y relevancia cultural pueden coexistir.
Con boletos desde $100 pesos en preventa, Noshes Tecate se posicionó como uno de los festivales más incluyentes del país, sin comprometer producción ni talento. Este movimiento no solo amplió la base de asistentes, sino que redefinió la relación entre marca, audiencia y experiencia.
¿Qué podemos aprender de Noshes Tecate?
Comenzando con el cartel, diseñado para atraer a públicos distintos sin fragmentar la experiencia. Cada noche respondió a una lógica clara de consumo cultural:
- Viernes 12 de diciembre: Capital Cities, acompañados por Midnight Generation, conectaron con audiencias que buscan sonidos globales e indie-pop con identidad local.
- Sábado 13: El Malilla y NSQK capitalizaron el crecimiento del reggaetón mexicano y la música urbana alternativa, conectando con una generación joven, digital y altamente participativa.
- Domingo 14: Caloncho, Little Jesus y Odisseo cerraron con una propuesta indie nacional consolidada, ideal para audiencias que valoran la experiencia completa del festival.
Este balance entre talento internacional, artistas emergentes y figuras clave del panorama nacional permitió maximizar el alcance sin diluir la identidad del evento.
Pero, lo más importante a destacar, Noshes Tecate entendió algo fundamental: las ciudades medianas tienen audiencias ávidas de experiencias culturales de alto nivel, pero con barreras económicas reales. Al eliminar el precio como obstáculo principal, el festival activó nuevos públicos y generó un efecto de pertenencia local, posicionando a Hermosillo como una plaza cultural en evolución.
Como lo explica Adrián González, Brand Manager de Tecate, el objetivo fue claro: crear un festival nacido en Hermosillo, pensado para su gente y con precios que permitieran que todos pudieran vivirlo.
Este evento ofrece aprendizajes replicables para marcas, promotores y proyectos culturales en México:
1. Accesibilidad como estrategia de crecimiento
Reducir el precio de entrada no devalúa la experiencia; al contrario, amplía el mercado, incrementa el volumen y fortalece el vínculo emocional con la marca.
2. Curaduría basada en comportamiento, no en modas
Programar artistas que dialogan con distintos momentos del consumo musical permite retener audiencias durante varios días y construir experiencias más completas.
3. Identidad local como ventaja competitiva
Noshes Tecate no intentó replicar modelos de grandes capitales. Apostó por entender a Hermosillo, su ritmo, su cultura y su comunidad.
4. Las marcas como habilitadoras culturales
Tecate no se posicionó solo como patrocinador, sino como creador de plataformas culturales, fortaleciendo su vínculo con nuevas generaciones.
5. Escalabilidad con propósito
El modelo es replicable en otras ciudades: precios accesibles, producción sólida y una narrativa clara pueden convertir eventos locales en referentes regionales.
Noshes Tecate no es solo un nuevo festival; es un ejemplo de cómo la industria del entretenimiento puede evolucionar hacia modelos más inclusivos, sostenibles y culturalmente relevantes. En el Playbook PRO, este caso demuestra que cuando una marca entiende a su audiencia y se atreve a romper reglas establecidas, puede transformar mercados completos, incluso desde su primera edición.