Moneypool y el poder de las comunidades, Nacho Álvarez

Moneypool y el poder de las comunidades, Nacho Álvarez
Ignacio Álvarez, CEO y cofundador de Moneypool

“El emprendedor no emprende por dinero, sino por resolver un problema.”
Esa frase resume la filosofía de Ignacio “Nacho” Álvarez, cofundador y director general de Moneypool, la plataforma mexicana que ha hecho más fácil reunir dinero entre amigos, familias o equipos para cualquier propósito común: desde la carne asada del fin de semana hasta la colecta escolar o la fiesta de fin de año.


Un problema cotidiano convertido en oportunidad

Todo comenzó en Monterrey, cuando Nacho notó lo difícil que era organizar los pagos entre amigos del equipo de futbol: siempre faltaba alguien, había quien llevaba efectivo o quien olvidaba transferir. Esa frustración se convirtió en un reto personal: crear una solución digital sencilla y confiable para reunir dinero en grupo.

Así nació Moneypool, primero como una página web básica que permitía pagar con tarjeta y visualizar quién había aportado. No había aplicaciones ni grandes fondos detrás, solo la intención de simplificar una tarea cotidiana. Con el tiempo, el proyecto creció y se transformó en una startup pionera en pagos entre personas, mucho antes de que las “fintech” se convirtieran en tendencia en México.


De Monterrey a Silicon Valley: el impulso de Y Combinator

En 2016, Moneypool dio un salto importante al ser seleccionada en el programa Fellowship de Y Combinator, la aceleradora más reconocida del mundo. Ese impulso llevó a la empresa a desarrollar su aplicación móvil y a fortalecer su infraestructura tecnológica, en un país donde aún no existían soluciones de pago digital entre particulares.

El reto era enorme: procesar pagos seguros entre personas sin requerir cuentas empresariales ni terminales bancarias, un modelo inédito en México. Para lograrlo, el equipo de Moneypool diseñó su propia tecnología de procesamiento, combinando aprendizaje automático (machine learning) y una filosofía centrada en la experiencia del usuario.


Comunidad, el corazón del negocio

Con los años, Ignacio descubrió que el verdadero poder de Moneypool estaba en las comunidades. Más allá de la tecnología, la plataforma creció gracias a grupos unidos por causas comunes: ligas deportivas, equipos de trabajo, grupos escolares y comunidades de madres y padres de familia.

Fue precisamente en el ámbito escolar donde Moneypool encontró su mayor tracción. Las mamás organizadoras de las colectas se convirtieron en embajadoras naturales del servicio, compartiendo la herramienta de manera orgánica. Este fenómeno detonó un crecimiento sostenido que hoy supera los 180,000 usuarios activos en México.


Resiliencia en tiempos difíciles

La pandemia representó un golpe duro para Moneypool. Las reuniones y fiestas —principales casos de uso— se detuvieron, y la empresa tuvo que enfocarse en resistir. “Fueron años de supervivencia”, reconoce Nacho. Sin embargo, esa pausa sirvió para reforzar la infraestructura tecnológica y el modelo de negocio, lo que permitió retomar la curva de crecimiento en 2022.

Hoy, Moneypool se encuentra en una nueva etapa: consolidar su presencia nacional, alcanzar un millón de usuarios activos y seguir impulsando la cultura de la colaboración financiera entre comunidades.


Lecciones de un emprendedor mexicano

Tras diez años de trayectoria, Ignacio comparte tres aprendizajes clave para quienes buscan emprender:

  1. Enfócate en resolver un problema real. No construyas una empresa para buscar inversión, sino para crear valor.
  2. Conquista un segmento antes de escalar. La ambición de querer llegar a todos puede hacerte perder enfoque.
  3. La suerte existe, pero hay que provocarla. Intentar una y otra vez abre la puerta a las oportunidades.

Su historia demuestra que el emprendimiento no es una carrera de velocidad, sino una maratón de resistencia y propósito.


Un propósito más allá del dinero

Para Ignacio, Moneypool es más que una fintech: es una herramienta que fortalece los lazos sociales y comunitarios a través de la confianza digital. “Una sociedad madura —dice— es aquella donde las personas siembran árboles cuya sombra no disfrutarán. Nosotros sembramos confianza para que otros crezcan”.

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