El futuro de la nanomedicina

Un hidrogel que ataca cánceres, chips de microfluidos en el cuerpo y la biomedicina en 3D son parte de la vanguardia que desarrollan especialistas internacionales.

Por: Luis Salazar  

Hace años las nanovectores (o micronaves) que surcaban el torrente sanguíneo, los hidrogeles adhesivos o los tejidos impresos en 3D eran tema de la ciencia ficción, pero hoy son la realidad y el futuro de la nanotecnológica aplicada en la medicina.

De estos avances hablaron cuatro investigadores que colaboran con universidades como las de Harvard y Ohio y compartieron sus desarrollos en el segundo webinar que organizó la Dirección de Investigación de la UANL.

Titulado “Últimas tecnologías y conceptos innovadores en nanotecnología e ingeniería biomédica”, el seminario virtual fue moderado por la doctora Patricia Zambrano, directora de Investigación de la UANL, el 21 de julio.

Desarrollan en Harvard hidrogel contra la insuficiencia cardiaca

El investigador del Hospital Brigham and Women’s y la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard contó sobre la elaboración de micropartículas que encapsulan nanopartículas que modulan la inflamación que propicia la insuficiencia cardiaca.

Según la OMS las enfermedades cardiovasculares ECV son la principal causa de muerte en el mundo y una de las más comunes es la insuficiencia cardiaca. Para combatirla el doctor Guillermo Ruiz-Esparza desarrolla un hidrogel que entrega fármacos al corazón.

El director del grupo de investigación en nanosistemas moleculares de la Escuela de Medicina ubicada en Boston, Massachusetts, relató que la nanotecnología les permite co-encapsular medicamentos e incluso entregarlos en lapsos diferentes de tiempo.

“Diseñamos una nanopartícula que pudiera entregar los [fármacos] por separado. Liberar uno y después de 24 o 48 horas el segundo. Probamos el sistema in vitro y en vivo y demostramos que esta partícula era capaz de hacer la entrega”.

Bio-Mems: nanodispositivos dentro del cuerpo humano

La doctora por la Universidad del Norte de Therán, Irán, explicó que los Bio-Mems son muy útiles para la ingeniería de tejidos y, por ejemplo, para separar células cancerígenas de células sanas y/o células de órganos donados que son rechazadas por el organismo.

Los sistemas biomédicos microelectromecánicos (Bio-Mems) son una plataforma para la entrega de futuras nanotecnologías o administración de fármacos encapsulados a través de laboratorios en un chip y laboratorios en un disco (LoC y LoD).

Samira Hosseini, directora del Writting Lab del ITESM de Monterrey, presentó los avances y la importancia de estos microlaboratorios para la ingeniería biomédica y la regeneración de tejidos en los huesos, hígado, pulmones, cerebro, sangre, corazón o páncreas.

Y para demostrar los avances de la ingeniería de tejidos, la investigadora mostró imágenes de la creación de un oído humano. Lo vieron crecer celularmente y luego lo implantaron en la espalda de un ratón y el oído continuó creciendo.

La impresión 3D: el futuro de las aplicaciones biomédicas

El ingeniero contó que esta tecnología se usa para imprimir piezas con una gran precisión como los soportes o andamios vasculares para enfermedades congénitas o combinarse con otras técnicas, como el electrohilado, para llevar fármacos dentro de las piezas.

La fabricación aditiva, mejor conocida como impresión en 3D, es parte del futuro de la ingeniería biomédica. De hecho durante la pandemia ha sido útil creando mascarillas o piezas conectoras en ventiladores mecánicos.

Sobre esto habló Javier Vázquez Armendáriz, docotorando en ciencias de la ingeniería del ITESM, al presentar la charla “Additive manufacturing for biomedical applications”, donde explicó las técnicas de polímero de fundido y de electrohilado (electrospinning).

Vázquez Armendáriz dijo que entre el ITESM y la UANL buscan desarrollar una máquina-robot que ayude a los médicos a realizar impresión in situ en su labor quirúrgica y para depositar ciertos fármacos o hidrogeles para el proceso de sanación.

Implantes reabsorbibles en la biomedicina 3D

La doctora busca diseñar, a través del electrohilado, un mandril (dispositivo metálico para estirar o guiar tubos traqueales, sondas o catéteres blandos) lo más customizado posible para ayudar a la estructura a corregir y generar tejidos.

Hay enfermedades que se complican porque la medicina no cuenta con biodispositivos que colaboren dentro del cuerpo. La doctora Raquel Tejeda-Alejandre pone como ejemplo casos de cáncer de páncreas o el síndrome del corazón izquierdo que podrían mejorar.

La investigadora de la Universidad Estatal de Ohio y el ITESM desarrolla estructuras reabsorbibles que favorezcan el crecimiento de tejidos. Ella impartió la charla “Bioresorbable materials and additive manufacturing processes for medical implants”.

“En el mercado hay solo estructuras tubulares y no son reabsorbibles. Buscamos pasar de estructuras tubulares a estructuras bifurcadas para que no se tenga que operar dos veces al paciente”, explicó la investigadora al hablar de los biodispositivos quirúrgicos necesarios.

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