Con tu objetivo claro, las maneras de obtenerlo llegan solas.

Cuando uno tiene bien claro que quiere y sus metas, encontrar la manera de llegar a ellas, es más sencillo.

Por: Jorge Osuna, Head Coach Attitude y Héctor Garza, Strategy Coach de Trayecto Zenit.

Lo único que importa en la vida son los resultados. Para generarlos, es necesario tener claras dos cosas: ¿qué es lo que quieres lograr? Y ¿cómo lo vas a lograr? En otras palabras, tener clara la INTENCIÓN y el MECANISMO adecuado.

En los entrenamientos que damos nos damos cuenta que para muchas personas el mecanismo es todo. Le dan muchísima importancia a la obtención, el descubrimiento o el desarrollo de la estrategia adecuada. Quieren que les digan cómo hacerle para lograr obtener lo que quieren. Creen que si no poseen el “cómo” es imposible generar un resultado.

Lo que nosotros proponemos es poner todo tu enfoque y tu atención en la intención. Encontrar aquello que te apasiona, te mueve y te motiva. Obsesionarte con ello. Creemos que si tienes bien claro el QUÉ, entonces el CÓMO, se va a dar por añadidura.

Una vez que lo tienes claro, el siguiente paso es declararlo una y otra vez con convicción real. Escríbelo en todos lados, recuérdatelo constantemente, repítelo frente al espejo y platícaselo a las personas cercanas en tu vida.

Esto no es pensamiento mágico. No estamos hablando de solo desear algo con todas tus fuerzas para que el universo te lo de, si no de obsesionarte con algo de manera que esta obsesión te lleve a tomar acción masiva en pos de que eso ocurra.

Si tu enfoque siempre está en “lo que quieres” y no en “cómo lo vas a lograr”, no vas a estar demasiado preocupado con encontrar un mecanismo o en implementar aquella estrategia en la que confiabas y a la que le dedicaste un montón de tiempo para desarrollar. Lo que va a ocurrir es que, si una táctica no funciona, listo. Aprendes, agradeces, la dejas ir e intentas otra forma hasta que encuentres la adecuada.

El declarar la misión de tu vida o emprendimiento puede ser una gran oportunidad para establecer tu verdadera intención. Esto te ayudará a evocar acciones con dirección clara para ti y todos los que colaboran contigo.

Encontrar lo que te obsesiona es solo el primer paso, quizá el más importante. Si ya lo encontraste, ahora es necesario accionar de forma masiva, disciplinada y constante.

Ser perseverante, entusiasta, apasionado, rodearte de gente que sabes que piensa como tu y te va a apoyar y todas las demás estrategias del “ser” que ya conoces. Pero primero encuentra tu intención. Si lo haces, el éxito está garantizado.

Leer también: Atención integral para jóvenes con discapacidades

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