La megatendencia económica que incluye la digitalización de los servicios financieros es un gran reto y una oportunidad para la banca y empresas relacionadas con inversiones.
Actualmente, conviven múltiples generaciones de clientes y funcionarios de bancos que van desde los millennials y los usuarios mayores de 40 años hasta la generación de menores de 20 años que tienen otro tipo de necesidades financieras.
La digitalización de los servicios, la bancarización digital, que llegó para quedarse y transformar la forma en que atendemos a los clientes de la banca es la nueva tendencia para dar servicio a los clientes en diversas latitudes.
La confiabilidad en temas de ciberseguridad representa un reto para los intermediarios financieros que enfrentan el dilema de modernizarse, pues el monto de las inversiones en infraestructura de sistemas y software es enorme y personalizado a cada banco por su enfoque particular de negocios y necesidades de su clientela.
Sobre las regulaciones
Las nuevas regulaciones que homologan las condiciones de mercado para bancos, sofomes y las fintech exigen que estas inversiones en sistemas y controles apremien. Esto podría provocar inversiones conjuntas, sobre todo de los intermediarios más pequeños ya que el presupuesto requerido para ciberseguridad suele ser muy alto.
Un aumento en el índice de criminalidad de los famosos “hackers financieros”, criminales que están viendo cómo se meten a los bancos y robar, hacen imprescindibles estas inversiones, pues cada vez ocurren más eventos y los atracos son llevados a cabo con mayor creatividad.
Hay una gran oportunidad de bancarizar al 100% de la población elegible ahora que los individuos mayores de 15 años pueden tener su primera cuenta.
Usuarios potenciales para la banca
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Bancos, más del 50% de la población nunca ha tenido una cuenta formal en una institución bancaria y menos del 55% de los usuarios bancarios actuales son mujeres.
En México la mujer tiene un papel muy importante en la manutención de la casa y en el ahorro, en la inversión y en hacer que la familia se desarrolle, lo que las convierte en prospectos naturales de la bancarización.
El esfuerzo de bancarizar a México no solo brinda la oportunidad a la población de tener su primera cuenta bancaria, sino también su primer crédito al segmento informal de la economía que aún no es sujeto de crédito a vivienda o consumo.
La creciente tendencia de cobros digitales no es excepción para la economía mexicana.
Con la nueva plataforma de pagos del Banco de México presentada en la pasada convención bancaria, se busca lograr una mayor inclusión financiera y apoyar en la radicación del uso efectivo.
Para usarla, sólo se requiere un teléfono inteligente y tener una cuenta bancaria que no necesariamente esté ligada a una tarjeta.
La forma de comprar en el mundo avanza cada día con muchos cambios tecnológicos promovidos por muchos de los gigantes digitales como Facebook, Apple y Amazon.
Es la tendencia irreversible que con un solo clic podamos acceder a diferentes productos y servicios, incluidos los financieros.
El sector financiero en México es uno de las industrias que supone una gran oportunidad para los emprendedores.
Concretamente, en Estados Unidos el sector financiero representa más del 9% del PIB, esto incluye a bancos, aseguradoras, casas de bolsa, hipotecarios, y demás empresas intermediarias financieras.
En México, este sector representa menos por ciento del 2% del PIB. Existen grandes oportunidades para los empresarios con proyectos de software, mercadotecnia y asesoría, adicionalmente a los clásicos servicios de financiamiento y banca.
En la medida que los teléfonos inteligentes sean la herramienta principal para operar los mercados financieros, la inclusión financiera de los habitantes del país seguirá en crecimiento.
