Dos empresas, un mismo compromiso
Valeria Guerra fundó Kiik Consultores hace más de 13 años con la misión de impulsar la diversidad e inclusión en las empresas, especialmente en puestos de liderazgo femenino. A lo largo de los años, su consultoría ha evolucionado, enfocándose también en el compromiso laboral y el bienestar de los colaboradores.
Por su parte, Mauricio Navarro creó Pogen, una empresa de tecnología que ayuda a la industria retail a mejorar su operación a través del análisis de datos. Con más de 15 años en el mercado, su software permite identificar oportunidades de crecimiento y optimización en cada punto de venta.
Trabajo en equipo: negocios y matrimonio
El éxito de Valeria y Mauricio no solo radica en sus carreras, sino en la forma en que han construido su matrimonio y familia. Con cuatro hijos, la pareja ha encontrado un balance entre el crecimiento profesional y la vida familiar. La clave, explican, es la colaboración y la comunicación constante.
Para ellos, las responsabilidades del hogar son compartidas y no existen roles estrictos. Se organizan de acuerdo con las exigencias de cada etapa de sus vidas, desde los años más demandantes del emprendimiento hasta la actualidad, donde sus hijos mayores también asumen ciertas responsabilidades.
“Nos vemos como un equipo, sin llevar cuentas de quién hace más o menos. La idea es hacernos la vida más fácil el uno al otro”, explica Valeria.
Las finanzas y la independencia en el matrimonio
Otro pilar de su relación es la administración financiera. Desde antes de casarse, discutieron temas como la distribución de gastos y la importancia de la independencia económica. Aunque cada quien gestiona sus ingresos, tienen claro que todo es para el bienestar de la familia.
Valeria destaca la importancia de que, tanto hombres como mujeres, conserven su independencia financiera: “Tener un ingreso propio no solo da seguridad, sino también libertad para tomar decisiones en conjunto sin dependencia absoluta del otro”.
Rompiendo estereotipos y definiendo propias reglas
A lo largo de su matrimonio, han enfrentado comentarios sobre los roles de género en el hogar y el trabajo, pero han decidido construir su propia dinámica sin preocuparse por las expectativas externas.
Mauricio resalta la importancia de que cada pareja defina sus propias reglas: “Lo que funciona para otros no necesariamente funciona para ti. Lo importante es que las decisiones dentro del hogar sean de mutuo acuerdo y bajo sus propios términos”.
La historia de Valeria y Mauricio demuestra que es posible construir una vida familiar equilibrada mientras se desarrollan proyectos profesionales exitosos. Con comunicación, apoyo mutuo y una visión compartida, han logrado crecer tanto en lo personal como en lo empresarial.
El mensaje para las nuevas generaciones es claro: el éxito no radica en seguir un modelo preestablecido, sino en definir y trabajar en conjunto para construir una relación basada en el respeto, la equidad y el amor.